La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha sido reprobada este miércoles por su gestión en seguridad y civismo, en una comisión extraordinaria de Presidència a la que no ha asistido y que la oposición forzó después de que hace una semana un grupo de manteros agrediera a un turista estadounidense. El debate no se ha centrado en el suceso, sino en la situación general de Barcelona.

Uno de los efectos de la escasa mayoría simple que tiene Colau es que cuando las cosas se tuercen se nota más lo escaso de esa mayoría, que deja margen, y mucho, a la oposición para sacarle los colores y subrayar su crítica. Y así ha vuelto a suceder en la comisión extraordinaria de Presidencia, que más allá de la agresión, ha versado sobre la gestión que el consistorio hace de la seguridad, del turismo y del fenómeno de los manteros.

Siete días después de la agresión al turista, la alcaldesa ha sido reprobada a cuenta de una situación que según los grupos de la oposición es de desgobierno e inseguridad para las personas. Todos los grupos menos Barcelona en Comú y la CUP, que ni siquiera ha asistido a la reunión, han votado a favor de reprobar a la alcaldesa como responsable de Seguridad. Colau renunció en su día a buscar un concejal que se ocupara de esta área y se puso al frente como un gesto simbólico que sus rivales no han aplaudido nunca precisamente. Además de reprobarla, el texto del único punto del orden del día también incluye la exigencia de la dimisión de Colau y la elección de un sustituto, una persona de consenso en cuya elección participen todos los grupos. Asimismo, insta al gobierno a hacer cumplir las ordenanzas y los planes existentes para combatir los narcopisos y el top manta, y a evitar nuevos episodios de incivismo.

SEGUNDA COMISIÓN VERANIEGA

La reprobación de Colau es la tercera que sufre a manos de la oposición en menos de cuatro meses: en abril fue por su gestión de la crisis de los narcopisos y en julio, por los recortes en inversiones previstas en lo que quedan de mandato. Recortes que los grupos dan por hechos y que el gobierno niega. Y la comisión extraordinaria es la segunda que se convoca en verano en la historia del consistorio. La primera tuvo lugar el año pasado por el ataque a un bus turístico.

El tono de las intervenciones ha sido el habitual en los últimos tiempos: la oposición culpando al gobierno de no estar a la altura de su responsabilidad y el gobierno atribuyendo sus críticas al ambiente de precampaña. En ausencia de Colau y del primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha sido la segunda teniente de alcalde, Laia Ortiz, la que ha contestado a los dardos de la oposición. Y ha recurrido a una frase de gobierno de toda la vida: "Ustedes han hecho una alianza contra Barcelona, no buscan soluciones, buscan titulares".