Uno de cada tres casos de demencia en edad avanzada podría ser evitado si la gente mantuviera desde la juventud una buena salud mental e hiciera cambios en el estilo de vida, según un estudio publicado en la revista The Lancet. Aprender cosas nuevas, comer y beber bien, no fumar y limitar la pérdida de audición y la soledad podría prevenir un tercio de los casos de demencia, han asegurado expertos en salud.

La investigación, presentada en la conferencia internacional de la Asociación del alzhéimer que se celebra en Londres, enumera nueve factores que pueden contribuir a desarrollar demencia, entre ellos la falta de educación, el tabaco y la inactividad física.

La investigación, que reúne estudios de 24 expertos internacionales, hace hincapié en que determinados factores sobre el estilo de vida de una persona desempeñan una parte vital en aumentar o reducir el riesgo de desarrollar el mal. Estos nueve factores son, por orden de importancia, la pérdida del oído a mediana edad, no completar la escuela secundaria, el tabaco, la depresión, la inactividad física, el aislamiento social, alta presión arterial, obesidad y diabetes tipo 2. Estos factores, que los investigadores consideran pueden ser modificados, añaden un 35% al riesgo de padecer demencia, mientras que el 65 % restante está fuera del control de la persona.

Los expertos estiman que para el año 2050, 131 millones de personas pueden vivir con demencia en todo el mundo, mientras que se calcula que en la actualidad hay 47 millones que la padecen. El estudio invita a reforzar la actividad mental para que el cerebro pueda seguir funcionando en edad avanzada. Los expertos asocian la pérdida de oído con un aislamiento social y la depresión, mientras que resaltan la importancia de mantener sano el corazón reduciendo la presión arterial.