Los ensayos clínicos en Suiza de una de las posibles vacunas contra el ébola comenzarán este viernes en el Hospital Universitario de Lausana (CHUV), informó la institución, mientras el hospital cantonal de Ginebra comienza las pruebas con otras.

Los primeros resultados de estas pruebas se conocerán en dos meses, afirmó Blaise Genton, medico jefe del servicio de enfermedades infecciosas del CHUV. Los ensayos deben permitir comprobar la seguridad de la vacuna y su capacidad de inducir una respuesta inmune en las personas a las que se les administre.

La vacuna que será probada en Lausana es un adenovirus modificado de chimpancé ("ChAd-Ebola"; Chimpanzee-Adenovirus chAD3-ZEBOV), desarrollada por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de Estados Unidos y la farmacéutica GlaxoSmithKline. Paralelamente a este ensayo en Lausana, se llevará a cabo otro en el Hospital Cantonal de Ginebra con otra vacuna contra el ébola, la rVSV-ZEBOV, producida por la Agencia de Salud Pública de Canadá.

Los ensayos clínicos con esta última empezarán también "dentro de muy poco", tanto en Suiza como en Alemania, Gabón y Kenia.

Los ensayos en Lausana se llevarán a cabo en 120 personas sanas y, aunque Genton dijo que se han presentado varios voluntarios, indicó que aún no cuentan con la cifra total. La idea es que a cien de ellos se les inocule una proteína desactivada del virus y que los otros veinte reciban un placebo. Entre los que reciban el virus, a algunos se les inoculará una dosis alta y a otros más baja, para evaluar cuál es la cantidad adecuada.

Cada voluntario recibirá 800 francos (unos 660 euros), "lo que es una compensación por las horas perdidas aquí", indicó Genton acerca de este ensayo, que complementa los ya realizados en Mali, Reino Unido y Estados Unidos.

PRODUCCIÓN EN EL 2015

Los resultados de estos ensayos combinados con los otros ya realizados deben dar la pauta sobre su seguridad y sobre qué cantidad de dosis es efectiva, para poder llevar a cabo pruebas con miles de participantes a finales de este año o principios del próximo.

"Si son seguros y efectivos, cualquiera de las dos vacunas podría producirse a gran escala durante el primer trimestre del próximo año para ser distribuidas de forma efectiva en los países de alto riesgo", informó en un comunicado la directora general adjunta de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Marie-Paule Kieny.