Las penas impuestas a los autores de muertes de violencia machista aumentaron en el 2015 hasta los 20 años de cárcel de media, dos más que en el 2014, según datos del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

El grupo de expertos del observatorio destaca el «reducido porcentaje» (apenas el 3%) de denuncias previas en los crímenes machistas analizados, lo que evidencia el «ocultamiento» por parte de las víctimas del maltrato antes del crimen y «la creencia o confianza de que acabarán cesando». En el 2015 aumentó la proporción de crímenes en situaciones en las que se mantenía la relación de afectividad o convivencia de la pareja (76% de los casos).

El informe destaca igualmente la «reducida o nula afectación de alteraciones psíquicas y de consumo de alcohol en los autores de crímenes de violencia de género».

Los datos demuestran un «notable descenso» de la edad media de las fallecidas en relación con el 2014, que se situó en torno a los 32 años, la media más baja hasta ahora, ya que dos de las víctimas eran adolescentes.

Un 73% de las víctimas tenía hijos. De los 37 hijos que se recogen en las sentencias analizadas, 23 eran menores de edad y diez de ellos tenían menos de 10 años.

El estudio también incluye ocho sentencias sobre menores muertos a manos de sus progenitores, en concreto nueve, ya que dos fallecieron en el mismo crimen. Dos de las sentencias calificaron los hechos como homicidios imprudentes, y las seis restantes los consideraron como asesinato.

Los expertos también demandan la «supresión» en los casos de violencia machista del atenuante previsto en el artículo 21 del Código Penal por entrega la voluntaria del presunto autor del crimen a las fuerzas policiales.