La Audiencia Provincial de Toledo condenó a 13 años de prisión a una mujer de 41 años que asesinó, tras asestarle 59 puñaladas, al padre de su expareja, con quien mantenía una relación sentimental.

Según la sentencia, que recoge Efe, se declara probado que, en el 2014, la acusada mantenía una relación sentimental con el fallecido, al que conocía por ser el padre de su expareja.

El 2 de mayo, tras comer juntos y pasar la sobremesa en varios locales de ocio, fueron a cenar a casa de la condenada. Tras la cena, mantuvieron relaciones sexuales de forma voluntaria y el hombre se quedó dormido. A las 4.30 horas de la madrugada, la acusada cogió dos cuchillos y le asestó una primera puñalada, ante lo que se despertó.

El hombre trató de huir, pero caído en el pasillo, la procesada continúo reiterando las puñaladas, hasta 59, que le causaron la muerte. Después, se fumó un cigarro, intentó contactar con dos amigas y a las 5:25 horas llamó al Servicio de Urgencias y Emergencias 112 para comunicar que «había sido violada en su domicilio y en su defensa había ocasionado la muerte de su agresor».