Las dos menores expedientadas por un delito contra la integridad moral de la menor Carla Díez, que se quitó la vida en Gijón en el 2013, han asumido este martes los hechos planteados por la Fiscalía de Menores y la acusación particular y realizarán tareas socioeducativas durante cuatro meses.

Las dos jóvenes, investigadas en relación a la muerte de Carla Díez Magnien, fallecida en Gijón el 11 de abril del 2013, han aceptado, cada una de ellas y con la conformidad de todas las partes, la realización de tareas socioeducativas durante cuatro meses orientadas a mejorar la empatía, mejora del control de impulsos y asunción de las consecuencias de sus actos.

El escrito de calificación de conformidad, elaborado por el fiscal coordinador de menores, Jorge Fernández Caldevilla, ha sido ratificado esta mañana en el Juzgado de Menores por las dos chicas expedientadas, sus representantes legales, las defensas y la acusación particular.

El escrito suscrito por todas las partes refleja que la menor Carla Díaz Magnien, de 14 años, estudiante en el colegio Santo Ángel de la Guarda de Gijón, comenzó a tener problemas, a finales del 2012, en sus relaciones con los compañeros de clase principalmente porque algunas alumnas se burlaban de ella por un ligero defecto de estrabismo que padecía o porque se había divulgado en el centro que había tenido una relación con otra chica.

Los incidentes fueron en aumento en el primer trimestre del 2013, siendo varias las chicas que, ante la indiferencia de la mayoría de los demás alumnos, aprovechaban los momentos del recreo escolar para mofarse reiteradamente de Carla Díaz, y entre ellas, las que lo hacían con mayor frecuencia, y en ocasiones incitaban a otras alumnas a secundarlas, eran las dos menores expedientadas, junto con otra alumna que entonces tenía 13 años.

Éstas, "cuando estaban ociosas o por simple diversión", se dirigían a Carla Díaz para meterse con ella, llamándola "bollera" o "virola"; en febrero de 2013 la siguieron hasta el baño, al menos en dos ocasiones. Una de estas veces, Carla se vio obligada a encerrarse en el retrete para esconderse de ellas, que le arrojaron agua por encima de la puerta.

Carla Díaz comenzó a sentirse atemorizada y temía ser agredida si encontraba a esas personas fuera del centro escolar, por lo que llegó a pedir a su hermana que fuera a buscarla a la salida del centro. Las dos jóvenes también utilizaron las redes sociales para realizar comentarios ofensivos contra la joven, que no pudo soportar la presión y se suicidó.