Cuando leyó el diario de su mujer, buscando respuestas a su intención de separarse, vio confirmadas sus sospechas. Ella tenía un amante. Pero no le bastó con leerlo. Fotocopió el documento y lo aportó en el juicio donde se dirimían las condiciones de la separación. Entre otros aspectos, el proceso debía decidir qué cónyuge asumía la guardia y custodia de los hijos. Francisco M.G. ha sido condenado a dos años de prisión por revelación de secretos.

Fuentes judiciales explicaron ayer que Montserrat V.M. dejó patente en su diario personal que se relacionaba con otro hombre. Además, según las mismas fuentes, en tanto que padecía constantes depresiones, con altibajos anímicos importantes, relataba cómo se sentía cuando la embargaba la tristeza.

ESTRUCTURA Y CONTENIDO La Sección Octava de la Audiencia de Barcelona ha confirmado la pena impuesta por la juez titular del Juzgado de lo Penal número 23. Tanto en el juicio como en el posterior recurso ante la Audiencia, el abogado de Francisco M. intentó, sin éxito, demostrar que el documento que habían aportado no tenía carácter secreto.

"La simple lectura del documento resulta ya su naturaleza de diario, tanto por la estructura como por su contenido", apuntó la juez Mercedes Otero en la sentencia hecha pública el pasado mes de junio. "Se ha acreditado que el acusado procedió a apoderarse sin permiso de su entonces esposa de su diario íntimo y, con la intención de perjudicarle, procedió a entregárselo a su defensa a fin de que lo aportase al procedimiento civil", añade.

La sentencia del Juzgado de lo Penal ya recogía un dato demoledor para el acusado. Cuando las fotocopias de los escritos fueron presentados en el juicio por la separación, el documento iba encabezado por el epígrafe de diario de Montserrat . "Ello permite afirmar --argumentó la juez-- que tanto la defensa como el acusado sabían que era un diario.