Un adolescente estadounidense que asestó a su padre varios martillazos en la cabeza fue condenado a 15 años de cárcel y a libertad vigilada de por vida, según informaron ayer periódicos locales. Adam Cody Allen, de 17 años, quien se declaró culpable de intento de asesinato, fue condenado por un juez de la ciudad de Bartow, en el centro-oeste del estado de Florida. El hecho ocurrió en enero de 2003, cuando el muchacho tenía 16 años y atacó a su padre, Adam Carl Allen, de 37 años.

Inicialmente los investigadores dedujeron que la agresión, que ocasionó graves heridas a la víctima, que asistió a la audiencia de sentencia de su hijo en una silla de ruedas, fue un intento de robo, pero finalmente concluyeron que se trató de un intento de asesinato. El muchacho deberá recibir tratamiento psiquiátrico así como pagar los costes médicos de la curación de su padre.

Asimismo, Allen necesitará un permiso de su supervisor para tener contacto con su padre, no podrá tenerlo con su madrastra y hermanastros y no podrá acercarse a menos de 333 metros de la casa familiar.