"El mundo de hoy necesita testigos, no maestros". La frase resume los 27 años de papado de Juan Pablo II, primer Papa no italiano después de 455 años. Karol Wojtyla escribió 14 encíclicas y otros 26 documentos importantes. En su pontificado, el tercero más largo de la historia, realizó 202 viajes, equivalentes a tres veces la distancia que separa la Tierra de la Luna, reuniendo a millones de personas, como nunca había sucedido. Recibió el apodo de globetrotter de dios.

Elegido en 1978, dedicó la primera parte de su pontificado a una acción diplomática y activa contra el comunismo en el que había vivido hasta la caída, primero de Polonia y después del Muro de Berlín, que simbólicamente separaba el mundo en zonas de influencia. Combatió con intensidad la llamada teología de la liberación que unía aspectos cristianos con ideas marxistas y denunció el sistema capitalista a causa de las desigualdades que produce.

El 13 de mayo de 1981 un joven turco le disparó en plena plaza de san Pedro, un atentado que nunca se ha esclarecido del todo. A diferencia de Juan XXIII, Karol Wojtyla hizo más hincapié en las normas que en las personas. Propuso una ética sexual de tipo tradicional, reafirmó el celibato de los curas, cerró para siempre el sacerdocio a las mujeres y condenó la eutanasia. Favoreció el nacimiento de los llamados movimientos católicos, a expensas de las órdenes religiosas tradicionales.

Era el último de una familia con tres hijos y en su juventud tuvo una especie de novia, trabajó como actor y estudió clandestinamente para cura. Falleció en el 2005 y en el 2011 ya fue beatificado.