Las personas que consumen cocaína tienen hasta tres veces más infartos que el resto, alargan la estancia hospitalaria en torno a un día y medio y aumentan el coste de la misma un promedio de 328 euros.

Así lo ha revelado un estudio de la Universidad de Sevilla y el Hospital Universitario Virgen de la Macarena de esta ciudad, que ha sido publicado en la última edición de la Revista Española de Cardiología (REC).

La investigación, ha informado la Sociedad Española de Cardiología (SEC) en un comunicado, estudió un total de 5.475.325 pacientes ingresados mayores de 18 años de 87 hospitales durante el periodo 2008-2010.

Entre los ingresos hubo 24.126 con dependencia o abuso de la cocaína y 79.076 casos de infarto agudo de miocardio.

El consumo de esta sustancia está asociada al desarrollo de la insuficiencia cardíaca, ya que activa el sistema nervioso simpático, incrementa la concentración de adrenalina hasta cinco veces por encima de los niveles normales, promueve la liberación de endotelina-1 e inhibe la producción de ácido nítrico (principal vasodilatador).

Esta droga también favorece la aparición de hepatopatías, sida, pérdida de peso y depresión, han explicado los expertos.

Según el estudio publicado en la REC, la franja de edad con mayor prevalencia de trastornos por cocaína entre los pacientes hospitalizados es la de varones de entre 35 y 44 años, seguido del grupo de hombres menores de 35 años, representando un 3,11 % y un 2,9 % de los pacientes, respectivamente.

Además, existe una relación directa entre la edad en la que se consume esta droga y la incidencia del infarto, ya que mientras la presencia de estos en la franja de edad de 35 y 44 años es del doble que entre los no consumidores, en las personas de 45 a 54 años se triplica y en la de 55 a 64 años se quintuplica.

El análisis también ha revelado una elevada poliadicción entre los consumidores de cocaína, tanto al tabaco (58,9% del total), al alcohol (50,3%), cannabis (35,7), como a los opiáceos (33,1%).

Según el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, España es, después de Reino Unido, el país europeo con mayor relevancia de consumo de esta sustancia entre los 15 y los 34 años, y es que un 8,3 % la ha consumido alguna vez.