El coronavirus ha entrado en Milán, la primera gran capital italiana. Esta situación eleva el ya mastodótico aparato de prevención puesto en marcha en Italia en las últimas 48 horas en Italia, al tratarse de la primera gran capital afectada. El balance hasta este sábado era de dos fallecidos, 76 personas infectadas y 60.000 ciudadanos confinados. Para luchar contra el brote, el Gobierno ha decretado el confinamiento de las zonas afectadas.

Los habitantes de las áreas consideradas como foco del contagio de coronavirus no podrán salir de sus pueblos, ni los externos entrar en ellos durante las próximas dos semanas. La violación de la norma será considerada una infracción penal y las fuerzas del orden, a las que se añadirá el ejército si fuera necesario, vigilarán para que se cumpla. Los ministros de cada sector "podrán ampliar las medidas a otras zonas del territorio nacional", explicó Giuseppe Conte, primer ministro italiano.

Estas son algunas de las decisiones tomadas por un consejo de ministros extraordinario que comenzó a las siete de la tarde del sábado y terminó en la medianoche. El domingo se publicará en forma de decreto de ley. "Podemos garantizar a los italianos que con estas medidas estamos en la vanguardia de la prevención", añadió.

Además de las citadas, el decreto contempla que las actividades laborales queden suspendidas en aquellas áreas y sean objeto de formas de asistencia o soporte estatal. Los viajes escolares, en Italia y en el extranjero, quedan también suprimidos, así como todas las actividades deportivas de las regiones.

El Gobierno no piensa en una suspensión del Tratado de Shengen sobre la libre circulación dentro de la Unión Europea (UE), por considerar que se trataría de "una medida desproporcionada y devastadora". Roberto Speranza, ministro de Sanidad, subrayó que desde finales de enero, el Ejecutivo está en contacto directo y diario con el Comisario para la Salud de la UE, enviando informaciones e intentando que haya una coordinación europea respecto a todo lo que se refiera al virus.

Los infectados en el país transalpino por el covid-19 eran de una cincuentena en la región de Lombardía (Milán) y más de una docena en el Veneto (Venecia), dos de los cuales muertos, aunque ambos ya presentaban un cuadro clínico complejo por otras enfermedades. La novedad de este sábado es que se produjeron tres nuevos casos, uno en la región de Piamonte (Turín) y dos en la ciudad de Milán. "No será fácil, pero haremos todo lo que sea necesario", aseguró Giuseppe Sala, el alcalde milanés, ante la eventualidad de tener que decretar confinamientos en parte de la ciudad.

Estado de emergencia hasta julio

La región de Friuli-Venecia Julia (Udine), en el noreste de la península, fue la primera que declaró el estado de emergencia en Italia, que durará hasta el mes de julio. La junta regional ha justificado la medida, aduciendo su cercanía a la región Veneto, que cuenta con 12 positivos.

El Gobierno italiano y Protección Civil permanecieron reunidos durante todo el día de ayer, en contacto por videoconferencia con los presidentes autonómicos del país. Conte había anunciado que se trataba de aprobar "medidas extraordinarias". La rueda de prensa en la que se informó a medianoche sobre las mismas se fue aplazando de hora en hora.

La buena noticia fue que en el centro sanitario Spallanzani, especializado en enfermedades infecciosas de Roma, dieron el alta a un joven investigador, que había dado positivo, y que fue repatriado de la ciudad de Wuhan junto con otros 55 connacionales. "Su caso nos ha permitido perfeccionar el tipo de análisis a realizar para descubrir el virus", informó el hospital. También mejoró la situación de la pareja de turistas chinos, que fueron los primeros infectados en Italia. El marido está "practicamente curado", mientras que su esposa salió de la UVI y "está respirando autónomamente".

Por el momento, las personas invitadas a permanecer en sus casas en la región de Lombardía son más de 60.000 en 11 pueblos afectados. El hospital de Schiavonia tuvo que suspender prácticamente su actividad pública, pues a 450 personas que se encuentran en su interior -personal médico y hospitalizados— se les tiene que hacer análisis para verificar si se han contagiado. Los responjsables del hospital Sacco de Milán, que se establecido en el centro de referencia de todos los infectados del norte, comunicó que las pruebas se están haciendo de forma contínua dia y noche. Hasta el sábado por la tarde, se efectuaron análisis a 2.500 personas, "un 13% de las cuales dio positivo".

Restricciones en los carnavales y el deporte

Además de imponer el cierre de casi todas las actividades públicas en las zonas afectadas, incluidos los carnavales previstos para estos días, también se han suprimido las actividades deportivas, incluidos los partidos de fútbol previstos para el fin de semana. Lo había solicitó Giovanni Malagò, pesidente del Comité Olímpico Nacional (CONI). "Si hay competiciones de cualquier nivel en zonas donde hay estos casos, allí no podrá haber deporte, es muy sencillo", explicó.

Luca Zaia, presidente del Veneto, después de haberse consultado con los rectores de las universidades, ordenó el cierre de las mismas hasta nuevo aviso. Las escuelas y jardines de infancia de las dos regiones ya habían sido cerradas antes.

Expertos italianos de enfermedades infecciosas manifestaron el sábado su preocupación por el hecho de que existen contagiados que no han tenido ninguna relación directa o indirecta con China o ciudadanos de aquel país. Su preocupación coincide con la de Tedros Adhanom, director general de la OMS, que insistió ayer que el tiempo para frenar la propagación de la enfermedad "se está acabando". Recordó que el 80% de los pacientes del coronavirus se recuperan, pero el resto pude tener síntomas críticos que ponen en peligro sus vidas.