Como si de un fiel perro se tratara, la empresa estadounidense Airdog ha lanzado un prototipo de dron con capacidad de seguir de cerca a una persona allá donde vaya de manera autónoma y sin necesidad de órdenes ni control remoto. Incluso dando vueltas alrededor de su amo y con una estructura impermeable. El sistema de vuelo de este mecánico acompañante se basa en un sistema de GPS, montado en una pulsera que lleva la persona y que va guiando al dron en su ruta, esquivando posibles obstáculos como árboles o edificios.

La mayoría de drones existentes en el mercado están conectados a una app para su control remoto desde un smartphone. Es decir, que precisan de una persona que esté pendiente en todo momento del aparato y, cuando se hacen grabaciones de actividades, se necesitan dos personas: la que graba y la grabada. La empresa que ha ideado este aparato volador simplifica la ecuación y permite que alguien se autograbe durante la actividad realizada. Al aparato también se le pueden programar recorridos determinados, pensado para rutas corriendo, esquiando, en bicicleta, moto o coche.