La carta del Vaticano ha provocado numerosas críticas. La portavoz de la Red de Organizaciones Feministas contra la Violencia de Género, Angeles Alvarez, aseguró ayer que con la condena del Vaticano al feminismo se hace "apología de la desigualdad" y se defienden "principios integristas e inconstitucionales".

Para Alvarez, el documento alienta la violencia contra las mujeres, a la vez que se convierte en "una más de las arremetidas de la iglesia contra los principios feministas". La portavoz feminista pidió al ministro del Interior, José Antonio Alonso, que además de analizar lo que se dice desde determinados púlpitos de otras religiones sobre el terrorismo, estudie "cómo se alienta desde la Iglesia Católica a la violencia contra las mujeres".

Por su parte, la coordinadora del Foro Mundial de Mujeres, Marta Mas, calificó el texto de "aberrante". "Cada vez que hacen una declaración en contra de los derechos de la mujer, lo hacen contra los derechos de los seres humanos". Mas añadió que los grupos feministas y las mujeres no piden "nada que no nos corresponda".

QUEMA DE BRUJAS El cardenal progresista, Karl Lehmann, presidente de la conferencia episcopal alemana, dijo que el texto es "un sano desafío que no puede dejar de tomarse en consideración". Mientras, Ekin Deligoez, portavoz de Los Verdes, afirmó: "Parece que la Iglesia se ha quedado colgada en algún lugar entre la Edad Media y la Edad Moderna, pero resulta que los tiempos de la Inquisición y la quema de brujas ya han pasado".