Los accidentes de tráfico son un grave problema aún en la actualidad. A pesar de los grandes avances tecnológicos, que hacen que las vías y los vehículos sean más seguros, cada año en España cientos de personas siguen perdiendo la vida en las carreteras. De hecho, 2018 terminó con 1.180 fallecidos a causa de accidentes de tráfico.

La mayor seguridad, tanto activa como pasiva, que aportan los nuevos vehículos, no es suficiente para paliar un problema que se debe abordar desde la educación. Según apunta el último informe del RACC, el 30% de las víctimas mortales que se producen en las carreteras españoles son consecuencia de no prestar la atención debida a la conducción.

Y es que, un mal uso de la tecnología que nos rodea también influye negativamente en nuestra seguridad. Hoy en día, el teléfono móvil forma parte de nosotros. Lo utilizamos en cualquier momento, incluso cuando realizamos una actividad tan peligrosa como lo es conducir. Realizar una llamada con móvil distrae al conductor, que no presta la atención debida a la carretera. Un mayor riesgo se corre incluso, cuando desviamos la mirada al Smartphone para enviar un WhatsApp, pues dejamos de tener control sobre lo que nos rodea durante una distancia de hasta 600 metros.

Esta peligrosa acción no se produce en algunos casos aislados. El estudio del RACC señala que hasta el 94% de los encuestados admite que utilizan el teléfono móvil mientras conducen y el 43% asegura que utiliza WhatsApp al volante.

La DGT, que afirma que cerca de 500 muertes al año se deben a distracciones al volante, ha realizado un pequeño esquema para que el conductor sea consciente de la distancia que se recorre sin apenas darnos cuenta mientras estamos distraídos. Los datos están calculados en base a una velocidad de 120 kilómetros por hora, en las que se recorren 34 metros por segundo.

--Al enviar un ‘Whatsapp’ se emplean unos 20 segundos, que equivalen a 600 metros recorridos.

--Al utilizar el navegador, se invierten 14 segundos (466 metros recorridos).

--Responder una llamada puede suponer 8 segundos de distracción (266 metros)

--Ajustar la radio pueden ser 6 segundos (200 metros) en los que nos despistamos

--Encender un cigarrillo puede llevarnos 4 segundos (133 metros) que pueden ser mortales.

Además, las distracciones que provocan los Smartphones son de lo más peligrosas, ya que según señala la Asociación Americana de Automovilismo, el móvil nos puede distraer tanto visual, como cognitiva y manualmente. Esto implica que el conductor deje de mirar la carretera y los espejos retrovisores, deje de pensar que se encuentra conduciendo en la carretera y lleve la mano al teléfono móvil.

Todas estas conductas pueden verse en gran parte de los conductores. Sin embargo, también existen personas que van más allá y al volante realizan fotografías o incluso graban vídeos que después cuelgan en redes sociales o envían a sus amigos.

Las distracciones al volante son un problema del que la sociedad debe concienciarse. Dejar de prestar atención al volante nos vuelve vulnerables a cualquier imprevisto que depare la carretera e incluso nos vuelve un peligro mortal para el resto de usuarios de la vía.