CUATRO PERSONAS han muerto y 37 resultaron heridas, 11 de ellas graves, tras derrumbarse una fábrica de plásticos en la ciudad escocesa de Glasgow por una fuerte explosión. En la fábrica trabajan alrededor de 100 personas, decenas de las cuales pudieron salir por su propio pie. La mayor parte de los afectados trabajaba en las oficinas.