Las demasiadas mujeres fallecidas hace solo unos días, durante una chapucera campaña de esterilización en el estado de Chhattisgarh, ponen de actualidad el lamentable estado en el que viven muchas mujeres en la India, un país en el que, por desgracia, las noticias de violaciones o de mujeres maltratadas por sus maridos son muy frecuentes.

El hecho de que la India tenga una población de 1.200 millones (es el segundo país más poblado del mundo) ha disparado en los últimos años las campañas de esterilización, en muchos casos encubiertas y, como indican las muertes recientes, sin ningún tipo de garantías sanitarias. Así como en China, donde viven más de 1.500 millones, se sigue desde hace años la política oficial del hijo único, en la India se intenta controlar el crecimiento con métodos poco claros y a menudo silenciados.

La debilidad de la mujer india, por desgracia, no se limita solo a este campo. Según cifras oficiales, en este país se comete un crimen contra una mujer cada tres minutos y solo en el 2011 se registraron 24.206 violaciones. La terrible violación colectiva que sufrió una joven en un autobús de Delhi en diciembre del 2012 provocó una oleada de protestas y el endurecimiento de las penas por violencia de género, pero la policía se muestra todavía reacia a intervenir en asuntos familiares avalados por una tradición muy arraigada, especialmente en ámbitos rurales.

DESDE EL NACIMIENTO El editor y escritor barcelonés Agustín Pániker, especializado en la India, acaba de publicar un interesante libro, La sociedad de castas. Religión y política en la India (Kairós), en el que aporta información exhaustiva sobre el sistema de estratificación social de las castas, único en el mundo, con especial atención a los 600 millones de mujeres que, en distintas capas de la sociedad, se encuentran marcadas desde su nacimiento.

La discriminación de la mujer india empieza en la adolescencia, cuando no se le permite ir con chicos, y culmina con el matrimonio. Las chicas tienen que llegar "puras" al altar y el honor de la familia depende en buena parte de ellas. Antes se solía asegurar este aspecto casando a las mujeres de niñas, pero hoy el matrimonio infantil es ilegal en la India (aunque se sigue celebrando en secreto). El matrimonio pactado, en cualquier caso, es actualmente el mayoritario.

"Cualquier chica que muestre públicamente un cierto interés sexual, no solo está poniendo en riesgo su reputación, sino que se verá de inmediato acosada sexualmente", escribe Pániker. "Es más, una chica con relaciones prematrimoniales --o adúlteras-- no solo está barrando el paso a su matrimonio, sino al de sus hermanas. El honor de la familia entera depende del comportamiento de sus mujeres".

DOTE EN SECRETO La violencia doméstica es un hecho tan extendido en la India que una estadística reciente apunta que se da en un 37% de los hogares, casi siempre con la mujer como víctima. El dato más sorprendente es que un 56% de las mujeres indias la aprueban, ya que la ven integrada en el sistema.

Aunque el estado prohibió por ley la dote matrimonial en 1961, esta se sigue pagando en secreto, con intransacciones muy elevadas en algunos casos. Si se falla en los pagos acordados, el asunto degenera fácilmente en violencia doméstica. Según cifras oficiales, en el 2011 hubo 8.610 muertes por dote, aunque escribe Pániker que estimaciones más realistas hacen aumentar la cifra a 23.000 muertes por año. Las heridas por lanzamiento de ácido a la cara son también frecuentes.

La narración que hace Pániker de cómo ocurren los episodios de violencia doméstica es estremecedora: "El asesinato se lleva a cabo en la cocina, prendiendo la típica estufa de queroseno, que rápidamente inflama el sari de la víctima. En numerosas ocasiones es la suegra quien comete el crimen (exculpando así a su hijo, que podrá volver a casarse como desdichado viudo), y todo queda camuflado como un desafortunado accidente".

ABORTOS SELECTIVOS Otro apartado escalofriante de esta discriminación es el llamado "holocausto de niñas", que en medios rurales son consideradasuna carga para la familia. "Ya sea por el viejo método de infanticidio de la niña recién nacida o por el más sofisticado --y demoledor-- del aborto selectivo de fetos de niñas, que es hegemónico desde los años 80, el caso es que hoy la India ofrece un grave déficit de mujeres", apunta Pániker.

Las estadísticas indican que si bien en el mundo nacen por lo general más niños que niñas (950 niñas por cada 1.000 niños), en la India hay 914 niñas por cada 1000 niños en la franja de 0 a 6 años. A pesar de la contundencia de las cifras, Pániker considera positivo que en los últimos años la edad de acceso al matrimonio ha aumentado y que la tasa de fertilidad desciende, con lo que las mujeres indias empiezan a poseer un mayor control sobre sus ciclos reproductivos.

De todos modos, noticias como las muertes ocurridas por culpa de una desastrosa campaña de esterilización, y las constantes violaciones, advierten de que en la India falta todavía mucho para acabar con la violencia que sufren las mujeres.