El Juzgado de Instrucción 37 de Madrid ha decretado prisión provisional, comunicada y sin fianza para el hombre detenido el lunes por apuñalar a dos personas en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, que permanece ingresado en la unidad psiquiátrica de un hospital debido a su estado mental.

Según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, la titular del juzgado que estaba este martes de guardia en Plaza de Castilla ordenó su ingreso en prisión por un presunto delito de lesiones graves y amenazas.

No obstante no ha sido trasladado a la cárcel, sino que permanece en la unidad de Psiquiatría de un hospital dados sus problemas mentales.

AGRESIÓN A DOS PERSONAS

La Policía Nacional detuvo el pasado lunes en el aeropuerto madrileño a este hombre, español de 30 años que, sin causa aparente, causó heridas con un cuchillo a una mexicana de 25 y a un rumano de 48 que la había ido a ayudar. Ocurrió en la zona de salida de la terminal 1 del aeropuerto, junto a los mostradores de facturación, cuando de forma sorpresiva el arrestado atacó a la mujer, a la que le causó un corte en una oreja.

Un hombre que se encontraba en el lugar acudió a ayudarla y el detenido le tiró al suelo y le puso el cuchillo en el cuello, momento en el que llegaron policías nacionales que prestan labores de seguridad en el aeropuerto y detuvieron al agresor.

Ambas víctimas fueron trasladadas al hospital Ramón y Cajal de Madrid donde fueron atendidas de heridas leves.

DETENCIONES PREVIAS

Fuentes policiales han precisado que al arrestado le constan once detenciones previas por parte de Policía Nacional y trece por la Guardia Civil, así como órdenes de alejamiento tanto de personas como de lugares.

La última vez que le detuvo la Policía tuvo que acudir la Unidad de Intervención Policial (antidisturbios) al domicilio de su tío, después de que el ahora arrestado agrediese a éste con un cuchillo y mantuviese luego retenido a su abuelo en el piso, en el que se atrincheró.

Fue el pasado 15 de agosto y el ahora arrestado se metió en una habitación, de la que se negó a salir, amenazando con suicidarse. Llegó a asomarse por una ventana y se hizo varios cortes en la sien con un cuchillo, además de empezar a beber amoníaco.

Un negociador de la Policía estuvo horas con él y al final los antidisturbios entraron por la fuerza al piso, derribando la puerta, para detenerle, según las fuentes.