La Junta de Andalucía decidió ayer desalojar a 26 ancianos de una residencia ubicada en Alcalá de Guadaira (Sevilla) por la situación de abandono en la que se encontraban. La Administración andaluza aseguró que el asilo no cumplía todos los requisitos legales para estar abierto y, además, pesaban sobre sus propietarios varias denuncias presentadas por algunos de sus moradores.

El centro es privado y está dirigido por una mujer peruana que responde al nombre de Rosa, según explicaron algunos internos. La práctica totalidad del servicio está compuesto por personas de esta misma procedencia.

El desalojo se produjo durante la madrugada del sábado, cuando agentes tanto del Cuerpo Nacional de Policía como de la Policía Local de Alcalá de Guadaira se presentaron en la residencia y supervisaron el traslado.