La Policía Nacional ha desarticulado en Madrid una organización mafiosa integrada por ciudadanos de origen chino especializados en el cobro de deudas a compatriotas y blanqueo de dinero en una operación en la que han sido detenidas 31 personas, siete de las cuales han ingresado en prisión provisional.

Los arrestados empleaban un complejo entramado empresarial para dar legalidad al capital proveniente de las extorsiones y de los elevados intereses -casi un diez por ciento diario- de los préstamos derivados directamente de deudas de juego generadas en casino legales de la Comunidad de Madrid y en partidas clandestinas, informa la Policía Nacional.

Además, utilizaban las amenazas de muerte, los secuestros e incluso la amputación de miembros para lograr el reembolso de las obligaciones financieras derivadas principalmente del juego.

Los miembros de esta peligrosa banda engañaban a sus víctimas a través de los denominados "magos", personas colocadas en las partidas de póquer o "mahjong", encargadas de amañar el juego para que aquéllas contrajeses importantes deudas, algunas superiores al millón de euros.

En los veintiún registros efectuados se han intervenido 800.000 euros, letras de cambio por valor de 1,2 millones y cheques al portador por importes superiores a los 630.000 euros y los investigadores han solicitado medidas cautelares sobre 50 inmuebles y 45 vehículos y el bloqueo de 550 cuentas bancarias y han detectado movimientos de dinero en efectivo por más de 75 millones.

Esta organización, liderada por Wen Hay Y.W., conocido también como Luis Ye, se configuraba en dos áreas perfectamente diferenciadas.

La principal, y en la que obtenían sus mayores beneficios, era la centrada en los préstamos de dinero a compatriotas para su posterior gasto en el juego principalmente.

En relación con las apuestas y el juego esta mafia china utilizaba la figura del prestamista, una persona con gran capacidad económica que anticipaba cualquier cantidad de dinero previa firma de un documento de reconocimiento de deuda y entrega de la documentación personal para asegurar la devolución del préstamo.

La banda contaba con un nutrido grupo de prestamistas que acudían casi a diario a casinos de la comunidad madrileña para captar a personas que necesitasen el dinero para seguir jugando.

Además, tenía un aparato de presión para los casos en los que las víctimas no podían pagar o se negaban a ello, conformado por un elevado número de personas dispuestas a todo para cobrar lo adeudado.

En el negocio de los prestamistas Luis Ye tenía como encargada a Lingfen Yin, que daba las órdenes de amenazas, brutales palizas y secuestrar con tal de lograr el cobro pretendido.

Los detenidos empleaban frases como "Te vamos a matar a ti y a toda tu familia" y "Te estamos buscando" para lograr vencer la resistencia de las víctimas y generar en ellas un gran temor.

Al frente del área del blanqueo de capitales Luis Ye había puesto a su familia más cercana, su mujer y sus cuatro hermanos.

En su operativo de blanqueo utilizaba de forma masiva dinero en efectivo y los agentes detectaron en los últimos dos años que el entorno cercano al cabecilla llegó a amortizar préstamos para inmuebles por valor de tres millones de euros a pesar de que los implicados declaraban exiguos ingresos.

En la operación se han intervenido objetos de lujo que reflejan el elevado nivel de vida que tenían los miembros de la red.