La Policía Nacional ha desarticulado uno de los principales grupos criminales de España dedicado a los 'vuelcos' o robos de drogas de otras bandas o, como en este caso, almacenada por la Administración, cuando intentaban hacerse con más de 300 kilos de estupefaciente de un depósito en el puerto de Valencia.

La operación, que concluyó en la última semana de mayo, es fruto de una investigación que comenzó en septiembre del 2013, según ha informadoeste miércoles la Dirección General de la Policía.

Los agentes siguieron la pista de uno de los más importantes grupos organizados dedicados al robo de sustancias estupefacientes en posesión de otros narcotraficantes o de la Administración, los conocidos como 'vuelcos'.

La organización, asentada en Madrid y Valencia, estaba compuesta por ciudadanos españoles con una alta experiencia y especialización delictiva, con "intermediarios", encargados de proporcionar información sobre la seguridad del depósito y los medios necesarios para el asalto, y "ejecutores" que eran expertos butroneros.

Los integrantes del grupo investigado viajaron en varias ocasiones hasta el lugar donde se encuentra el depósito que pretendían asaltar en Valencia para estudiar las condiciones del robo.

Uno de ellos llegó incluso a entrar al edificio haciéndose pasar por técnico de una compañía de telefonía y vestido con ropa de la empresa para conocer con más detalle las medidas de seguridad existentes.

La última semana del pasado mes de mayo el grupo decidió ejecutar el golpe, por lo que cuatro expertos butroneros se desplazaron hasta Valencia. Vigilaron el entorno del depósito, en el que se guardaban 100 kilos de cocaína, 150 de marihuana y 60 de hachís, y, de madrugada, decidieron comenzar el asalto.

Cubiertos con máscaras, fracturaron en primer lugar el bombín de la puerta de seguridad del edificio y accedieron al interior, y una vez dentro tres de los asaltantes comprobaron las medidas de seguridad del edificio y esperaron el tiempo necesario hasta considerar que el acceso a las salas que contenían la droga era seguro.

Solo entonces introdujeron las herramientas necesarias en el edificio, entre ellas una lanza térmica con gran cantidad de varillas para abrir las cámaras de seguridad.

Los investigadores de la Policía Nacional que vigilaban al grupo intervinieron durante la ejecución del robo con la colaboración del Grupo Especial de Operaciones (GEO).

Dos de los butroneros fueron arrestados' in fraganti' y los otros dos lograron darse a la fuga, aunque uno de ellos fue interceptado horas más tarde en la autopista A-3 cuando regresaba a Madrid.

La operación culminó con la detención de otras seis personas en Madrid y Valencia, y la imputación de cuatro más.