Los Mossos d'Esquadra han desarticulado una organización criminal dedicada a asaltar a traficantes de droga, en una operación que se ha saldado con 24 detenidos y la intervención de 1.565 kilos de hachís, 26 vehículos, armas, dinero en efectivo y gran cantidad de objetos robados.

Según informan hoy los Mossos, los detenidos, de 24 a 58 años y de nacionalidad española, búlgara y marroquí, simulaban un operativo policial para robar la droga en el que llegaban a participaban hasta 14 personas y en el utilizaban incluso ropa de policía, luces de vehículos policiales y credenciales falsas.

A todos los detenidos, 15 de los cuales han ingresado en prisión, se les acusa de tráfico de drogas, robo con violencia, estafa, extorsión, usurpación de funciones públicas y pertenencia a organización criminal.

La investigación se inició en noviembre de 2013 cuando se localizó en el interior de un aparcamiento de Barcelona un vehículo robado con placas de matrícula falsas que tenía en el maletero dos fardos de hachís que pesaban 60 kilos.

Fuentes de los Mossos han informado de que a medida que avanzaba la investigación se vio que era una estructurada organización criminal dedicada al tráfico de drogas, y que las obtenía asaltando a narcotraficantes del sur de España.

También han señalado que la organización era muy meticulosa y que antes de planear los robos investigaba a personas vinculadas con el tráfico de drogas para averiguar cuándo hacían viajes a Marruecos para transportar el hachís, y que se asesoraban incluso con un detective privado de Barcelona.

Cuando constataban que una persona disponía de grandes cantidades de drogas robaban la mercancía con vehículos de gama alta y furgonetas robadas y luego la vendían a otros traficantes, logrando un beneficio neto de unos 1.000 euros por cada kilo de hachís.

El grupo estaba bajo las órdenes de una persona con negocios en la compraventa de vehículos, y de otra con mucha experiencia en robos de vehículos de alta gama y en alunizajes en establecimientos comerciales, actividades a las que se dedicaban mientras localizaban a algún traficante para robarle el cargamento.

Desde los Mossos se ha destacado que además estaban especializados en importar vehículos de Alemania, a los que rebajaban el kilometraje, y que matriculaban a través de un testaferro para ahorrarse el pago del IVA a la Hacienda Pública.

En el mes de mayo, en colaboración con la Guardia Civil de Cádiz se intervino a la banda, que se había alojado en Alicante y Cádiz esperando un cargamento de droga, más de 1.230 kilos de hachís, que se suman a los 300 que ya se habían localizado durante la investigación.

El desmantelamiento de la banda se llevó a cabo el pasado 4 de junio en una operación en la que se practicaron 23 entradas y registros en las localidades de Barcelona, Badalona, Sant Adrià de Besòs, Mollet del Vallès, Sant Feliu de Llobregat, Gavà y Tarragona.