Una campaña desarrollada durante dos años en territorio amazónico ha descubierto 381 nuevas especies de vertebrados y plantas, incluyendo un tití, un delfín de agua dulce, una raya, diversos lagartos y varias pequeñas aves de vistosos colores, según han informado la asociación conservacionista WWF y el Instituto Mamirauá. Los trabajos de campo se prolongaron entre enero del 2014 y diciembre del 2015, fundamentalmente en áreas protegidas y zonas próximas de Brasil y países vecinos.

En el informe se describen como novedades 216 plantas, 93 peces, 32 anfibios, 19 reptiles, 20 mamíferos -dos de ellos fósiles- y un ave, muchos de los cuales ya se habían dado a conocer en el momento de su descubrimiento. De cada uno se ofrece una reseña y el origen del nombre científico con que han sido bautizados. Se trata de la tercera edición del estudio tras los que se realizaron en 1999-2009 y 2010-2013.

El documento destaca que, a pesar de los esfuerzos de los últimos años, «todavía hay una laguna de conocimiento sobre la real diversidad de la Amazonia». WWF resalta la importancia de «redoblar la atención» sobre la región, que «ha sufrido el impacto de la deforestación, la actividad agropecuaria y de grandes infraestructuras, como la construcción de instalaciones hidroeléctricas y carreteras».

Cuatro de las especies fueron localizadas en la Reserva Nacional do Cobre e Associados (Renca), objeto estos días de un intenso debate debido a un polémico decreto del Gobierno brasileño que abría ese área de más de 47.000 kilómetros cuadrados para la exploración minera.

Entre las especies recién descubiertas, WWF destaca en primer lugar el delfín de río rosa (Inia araguaiaensis), cuya población se estima en unos 1.000 individuos. Otra de las incorporaciones es el tití de cola de fuego (Plectrocebus miltoni), un llamativo primate que debe su nombre a su larga cola naranja brillante. La especie está amenazada por la deforestación. También en peligro se encuentra el sapo Pristimantis imthurni, que vive en las estribaciones de los Andes a más de 2.000 metros de altura.

Finalmente, WWF cita un mosquerito (Zimmerius chicomendesi), cuyo nombre científico rinde homenaje al seringueiro y ambientalista Chico Mendes. Se estima una población de 10.000 ejemplares en la cuenca del río Madeira. También ha recibido un nombre singular, Nystalus obamai, en homenaje al expresidente de Estados Unidos, un ave observada entre Brasil, Perú y Ecuador.