La Policía Nacional desarticuló en la madrugada de ayer en dos clubs de alterne de Lérida y otros dos situados en localidades cercanas una red hispanobrasileña que, en el último año, habría podido obligar a prostituirse a unas 200 mujeres que llegaron a España sin papeles.

Los agentes arrestaron a seis hombres: José María R., de 47 años y propietario de tres locales, y a Domingo G., de 38, dueño del cuarto, junto a José R. C., de 54, Pedro C. C., de 45, José A. S., de 24, y Enrique R. C., de 43. Y también detuvieron a las dominicanas Confesora M. I. R., de 33, Eliane A., de 32, Cleomar A. D. C., de 32, Silvia Yokasta R. D., de 27, y a 11 mujeres brasileñas por infracción de la ley de extranjería.

VUELOS SOSPECHOSOS La operación, en la que también se registraron una veintena de pisos y una gestoría, podría afectar a algunos residentes en Brasil, ya que la mayoría de las prostitutas proceden de la misma zona, Goiania, una población del interior del país situada a unos 300 kilómetros de Brasilia.

La investigación comenzó a principios de año, cuando la policía detectó la llegada al aeropuerto de El Prat de numerosas mujeres brasileñas en vuelos procedentes de otros países incluidos en el espacio europeo Schengen. Todas eran obligadas a firmar un documento equivalente a la letra de cambio en España en concepto de la deuda contraída con la organización por haberlas traído al país, por una suma que se elevaba a unos 2.500 euros (415.000 pesetas).

Según la policía, un miembro de la red recogía en el aeropuerto a las jóvenes, a las que la organización había prometido que ganarían mucho dinero y vivirían bien, y durante el trayecto hasta el club que les era asignado les explicaba en qué consistiría su empleo y las reglas que debían cumplir.

FERREO CONTROL Además de estar sometidas a un férreo control de sus movimientos, las víctimas eran obligadas a devolver los gastos del viaje, permanecer en el burdel un mínimo de 90 días --aunque hubieran pagado antes su deuda--, entregar diariamente 50 euros (8.200 pesetas) a la organización por gastos diversos y no salir del club. En esta operación, una de las más importantes contra la trata de mujeres practicadas en España, han participado efectivos policiales de Cataluña y Asturias.