El desmantelamiento de la central nuclear de Garoña comenzará en el segundo semestre del 2019, según las estimaciones que la empresa propietaria de la planta, Nuclenor, ha hecho llegar a los ayuntamientos de la zona. Así lo manifestó a Efe la alcaldesa del Valle de Tobalina, donde está ubicada la planta, Raquel González, quien detalló que, según Nuclenor, la empresa está ultimando la redacción del plan y confía que en los primeros meses de 2019 pueda recibir los vistos buenos preceptivos, entre ellos los del Consejo de Seguridad Nuclear y la Empresa Nacional de Residuos (ENRESA).

Desde que la empresa comunicó el cierre definitivo de Garoña, en agosto del año pasado, los catorce municipios situados en un radio de diez kilómetros en el entorno de la instalación han trabajado en la elaboración de una propuesta de plan alternativo de desarrollo que presentarán a finales de septiembre y solo está pendiente ya de los últimos retoques, según la alcaldesa. Se basa en un análisis del potencial de la zona, sobre todo relacionado con sus recursos naturales.

El plan, según Raquel González, propone un proyecto conjunto basado en actuaciones puntuales en cada municipio pero con una estrategia de desarrollo común. La alcaldesa del Valle de Tobalina insiste que necesitan «pequeños proyectos empresariales que no perjudiquen la esencia» de ese entorno rural.