Minifalda y zapatillas deportivas en vez del pantalón y las botas aislantes reglamentarias. Ese es el nuevo uniforme de las trabajadoras de la gasolinera Aservi en La Carlota (Córdoba), uno de cuyos dueños ha despedido a seis de ellas por negarse a lucir tal vestimenta durante la jornada laboral, según han denunciado públicamente las afectadas. Las mujeres ya han puesto el caso en manos de CCOO y del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), mientras que la empresa alega que los despidos fueron por otros motivos y que coincidió casualmente con el cambio de vestuario. No obstante, rechaza que la falda denigre a la mujer e incluso insinúa que fueron ellas las que rechazaron lucir la equipación reglamentaria.

El escándalo saltó en las redes sociales cuando un usuario denunció haber sido testigo de los despidos de las chicas. Ellas aseguran que se les exigió el uso de la minifalda, a lo que accedieron pero con leggins. Este usuario, que es sindicalista, ofreció su asesoramiento a las afectadas, ya que los despidos no contaban con la notificación en los plazos establecidos. A unas empleadas se les notificó el cese mediante una carta de despido fulminante y a otras, de modo verbal.

Rápidamente las redes sociales se incendiaron y las chicas afectadas decidieron poner el caso en manos del sindicato y del Centro Municipal de Información de la Mujer de La Carlota, que trasladó la información al Instituto de la Mujer (IAM). Según la directora provincial de éste órgano, Mar Ávalos, las chicas, muy jóvenes, estaban «muy afectadas» tras el acoso del jefe, que les aseguró que si no se ponían la falda no renovarían.

La empresa surtidora de la gasolinera, AVIA, ha emitido un comunicado aclarando que «el único uniforme admitido tanto en la zona de pista como de tienda» es un polo rojo, unos pantalones grises y unas botas de seguridad. Cualquier otra equipación, añade, está «taxativamente prohibida», por lo que ha iniciado una investigación.