Los cacos se llevaron el sábado pasado la caja fuerte de la suite que ocupaba la familia real de Qatar en el Hotel Monument, en Barcelona. Los ladrones arrancaron la caja de la habitación mientras los ocupantes hacían turismo por la capital catalana el pasado sábado, según ha podido confirmar este diario. El botín de joyas y dinero no se conoce al detalle con certeza porque el hotel está obligado a preservar la intimidad de todos sus huéspedes, pero algunas fuentes de la investigación apuntan que el valor total estaría en torno a los 30.000 euros.

Lo singular del caso es que los delincuentes no solo burlaron la seguridad del establecimiento -en estas categorías suele haber tanto vigilancia en la entrada como cámaras en diferentes zonas comunes-, sino también el dispositivo de seguridad que acompaña a delegaciones como la qatarí. En este caso, señalan fuentes próximas al caso, la custodia la realizaba la Policía Nacional. De hecho, la presencia de esta familia real -como sucede con otras de tal rango que pueden llegar a viajar con decenas de miembros y un numeroso séquito- era palpable en los últimos días en el paseo de Gràcia en forma de grandes coches de lujo con lunas tintadas, chóferes y miembros de seguridad ante diversos establecimientos de lujo.

Aunque se suela hablar más del turismo de masas y sus efectos colaterales, el viajero del más alto nivel ha crecido en la última década en la ciudad y se ha acompañado de un incremento de plazas de cinco estrellas gran lujo, como las del hotel Monument (uno de los más recientes, modernos y exclusivos), donde las suites son requeridas por clientes top como las adineradas familias de los países del Próximo Oriente.

La familia real de Qatar se alojaba repartida en al menos tres hoteles de élite de la zona: el Monument, el Mandarin Oriental y el Majestic. No solo les acompañaba servicio, sino su propio equipo de seguridad personal e incluso agentes de fuerzas del Estado español. Realizaban distintas visitas turísticas y se desplazaban notoriamente en cada ocasión. Los ladrones, sin lugar a dudas, observaron sus idas y venidas para idear su plan.

La puerta de la habitación del hotel Monument no fue forzada, por lo que los Mossos d’Esquadra que investigan el espectacular robo sospechan que los ladrones tenían información de sus víctimas y de los movimientos.