Los Mossos d´Esquadra cazaron el sábado a dos fittipaldis que circulaban a más de 200 kilómetros por hora en la autopista C-33 (antes A-17), a su paso por el término municipal de La Llagosta (Barcelona). Uno de los conductores iba a 232 kilómetros por hora, mientras que el segundo circulaba a 213 km/h. Ambos son vecinos de Granollers (Barcelona) y tienen 51 y 21 años, respectivamente.

Un radar móvil de la policía autonómica situado en el arcén de la autopista, en el kilómetro 86 de esta vía, fotografió al primer vehículo, modelo BMW, a las 10.39 horas del sábado. Los Mossos señalaron ayer que éste es el caso de exceso de velocidad más elevado que han detectado desde que comenzó el año. Los agentes cazaron al segundo turismo, un Volkswagen Passat, en el mismo lugar sólo 15 minutos más tarde.

La policía autonómica detuvo poco después a ambos conductores, que circulaban en dirección a Barcelona, y les impuso la correspondiente multa por exceso de velocidad. La infracción se sitúa entre las tipificadas como muy graves, al superar los dos vehículos en más de un 50% el límite de velocidad de la autopista, que es de 120 kilómetros por hora.

El Servicio Catalán de Tráfico tramitará las denuncias, que pueden suponer una multa de entre 300 y 600 euros (entre 50.000 y 100.000 pesetas) y la retirada del carnet de conducir por un periodo de hasta tres meses.

OFENSIVA Los controles de velocidad con radares móviles, como el desplegado el sábado en La Llagosta, se enmarcan dentro de la ofensiva que la policía autonómica ha iniciado para frenar la alta siniestralidad en las carreteras. La vigilancia se extrema en determinados tramos de la red viaria. El tramo de la C-33 que discurre por La Llagosta, en el que se detectó a los infractores es una recta de tres kilómetros en la que es frecuente que haya conductores, que circulen por encima de los límites, a pesar de que hay un peaje en mitad del trayecto.