La Guardia Civil detuvo ayer a un conductor que circulaba por la AP-7 a una velocidad de 223 kilómetros por hora y que dio positivo por el consumo de varias sustancias estupefacientes en los controles a los que fue sometido.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 13.42 horas, cuando el helicóptero Pegasus de la Dirección General de Tráfico (DGT) de Valencia captó al turismo de alta gama circulando a 223 kilómetros por hora en el kilómetro 599 de la AP-7 con sentido a Valencia. La DGT solicitó la colaboración de la Guardia Civil de Tráfico para la detención del coche, que finalmente fue interceptado por el subsector de tráfico de Valencia. Se le acusa de un presunto delito de conducción de vehículo a motor superando los límites de velocidad permitidos.

Además, se le practicaron al conductor pruebas de alcoholemia y drogas. Dio positivo en presencia de drogas de diversas sustancias. Por todo ello, se procedió a su detención.

Dos personas murieron en otros tantos accidentes de tráfico registrados en las carreteras españolas el fin de semana, en la que supone la primera operación salida del verano. El primer fallecido se registró en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), donde un hombre de unos 40 años murió tras ser atropellado por un coche. Ayer, un vecino de Pamplona de 42 años falleció al chocar con su moto en Navascués (Navarra).