La Policía Local del municipio barcelonés de Berga y los Mossos d’Esquadra detuvieron la noche del sábado pasado a un hombre de 37 años por matar a su madre, Manela Quesada de 56 años, según confirmaron a este diario fuentes policiales. El crimen tuvo lugar durante la noche del sábado en el domicilio del hijo, ubicado en la calle de la Pietat. El hombre se personó poco después de cometerlo, a las diez de la noche, en la sede de la policía local y confesó que acababa de matar a su madre. Ayer estaba previsto que pasara a disposición judicial.

Tras la confesión, diversas dotaciones de agentes municipales y de los Mossos d’Esquadra se desplazaron hasta la casa y allí hallaron el cuerpo sin vida de la mujer, avanzó el diario Regió 7. Presentaba heridas compatibles con arma blanca. Los agentes del Área Criminal de Investigación de Comarcas Centrales se han hecho cargo de las pesquisas para aclarar por qué la atacó.

MUY CONOCIDA / La víctima era una persona conocida en la población dada su actividad al frente de dos entidades sociales y por su pasado como comerciante en el mercado municipal. Una de esas organizaciones se dedica a facilitar la inserción laboral de personas con problemas de salud mental, mientras que la otra pretende dar orientación y ayuda a las personas con problemas mentales y a sus familiares.

El hijo de Quesada había sido atendido recientemente en un centro de salud mental. Una circunstancia ante la que el presidente de la citada asociación pidió «mucha prudencia». Un suceso como el de Berga, sostiene, es siempre «multicausal» y sacar conclusiones precipitadamente que traten de explicarlo aludiendo a la salud mental del hijo conducen al error, sobre todo porque «estigmatizan» a la comunidad entera de personas que sufren trastornos diagnosticados.

La otra organización también quiso sumarse a las muestras de cariño y empatía con el sufrimiento de los familiares y seres queridos de Quesada. Lo primero es «superar estos primeros días de tormenta emocional». Más adelante, tocará «abrir una reflexión sobre la fragilidad de la condición humana». Se trata de una muerte que deja «muchos deberes» para el futuro, hace falta mejorar en la creación de «redes de apoyo» en el entorno más próximo de las personas con diagnóstico de trastorno mental, agrega la asociación.

El presidente del consejo de la comarca barcelonesa del Bergadá, David Font, definió a la víctima como «una mujer vital, luchadora y siempre positiva ante la vida». Continuar con los proyectos que ella lideraba será «duro y difícil», destacó. En la misma línea se expresó ayer para la agencia ACN un representante vecinal de la localidad barcelonesa.

«Es una gran pérdida», dijo consternado, destacando el «carácter entrañable y colaborador» de Manela Quesada, quien «siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás».