El vigilante detenido por su presunta implicación en el asesinato de la estudiante leridana María Isabel Bascuñana fue condenado en 1993 en Ecuador a 16 años de prisión por la violación y el asesinato de ocho mujeres. Gilbert Alberto Chamba Jaramillo, que ejercía la profesión de taxista, cometió sus crímenes en la localidad de Machala y salió en el año 2000 de la cárcel, al beneficiarse de una reducción de condena. El 24 de octubre del mismo año consiguió un pasaporte para viajar a España.

Policías y periodistas ecuatorianos que siguieron en 1993 de cerca el caso de Chamba ratificaron ayer, tras ver las fotos de su detención en Lérida, que se trata del mismo hombre. Además, tanto su número de carnet de identidad ecuatoriano como el modus operandi con el que asaltaba y asesinaba a sus víctimas, coinciden con los datos que han trascendido del controlador de accesos del párking de Lérida. Los Mossos d´Esquadra ya están en contacto con la policía ecuatoriana para tratar de confirmar los antecedentes delictivos de su detenido.

Gilbert Alberto Chamba Jaramillo provocó entre 1988 y 1993 una psicosis colectiva en la ciudad de Machala y la provincia de El Oro, con la muerte violenta de ocho mujeres, dos de ellas menores de edad (de 14 y 15 años). En todos los casos, el hombre actuaba del mismo modo.

SIN ACUMULACION DE PENAS Elegía a las víctimas entre las pasajeras que se subían a su taxi, las llevaba a un paraje solitario, las estrangulaba y, una vez muertas, las violaba. Después, siempre arrojaba los cuerpos a los matorrales de una oscura avenida de la capital de El Oro.

Hizo falta la intervención de uno de los policías de más prestigio de Ecuador, el actual coronel Fausto Terán, jefe del servicio de inteligencia, para lograr la detención del sospechoso. Los Tribunales Primero y Segundo de lo Penal de Machala le condenaron a 16 años de prisión por cada caso.

En Ecuador, sin embargo, no existe la acumulación de penas. Además, en el año 2000 se aprobó un beneficio para los internos de las cárceles ecuatorianas, denominado Ley 2 por 1, que redujo a la mitad (en el caso de Gilbert Chamba, de 16 a 8 años) las penas de los sentenciados.

Nada más salir de la cárcel, el extaxista decidió abandonar su país. Fuentes de Machala se preguntaron ayer por qué pudo obtener con tanta facilidad el pasaporte para poder viajar a España. Condición obligatoria para conseguir el documento es la entrega de un "récord policial", en el que constan los posibles antecedentes del solicitante.

Curiosamente, en los archivos policiales de Machala no figuraban esta semana los nombres y apellidos del asesino en serie, según pudieron comprobar periodistas de un diario local que solicitaron estos datos. Gilbert Chamba había llegado a España --donde trabajaba desde hace dos años en el párking de Lérida-- con su mismo nombre.