Los cinco integrantes de 'la Manada', condenados por el Tribunal Supremo a 15 años de prisión por violación han entrado sobre las ocho de la tarde en la prisión Sevilla I. Se trata de José Ángel Prenda, el militar Alfonso Jesús Cabezuelo, Jesús Escudero, Ángel Boza y Antonio Manuel Guerrero.

El Tribunal Superior de Navarra había ordenado su ingreso inmediato en prisión. [Así hemos contado las últimas noticias tras la condena a 'la Manada' en directo.] Tras ser detenidos, han permanecido unas horas en dependencias policiales a la espera de que el juez de guardia determinase la cárcel en la que deben ingresar. A las 19.30 horas, han sido trasladados a Sevilla I, sin llegar a pasar por los juzgados.

Por la mañana, los cinco miembros de 'La Manada' han acudido a la sede de los Juzgados de Sevilla para cumplir con su obligación de firmar este viernes, día en el que el Tribunal Supremo (TS) escucha en vista pública la exposición de los recursos de casación presentados contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) que confirmó en noviembre del 2018 condenas de nueve años de prisión para éstos por delito de abuso sexual con prevalimiento en los Sanfermines de Pamplona del 2016, así como mantiene.

ESTA MAÑANA HAN COMPARECIDO EN LOS JUZGADOS

De este modo, los cinco han acudido a los Juzgados como hacen cada semana desde que fueron puestos en libertad provisional tras haber sido condenados por la Audiencia de Navarra, quien dictó además su libertad provisional bajo fianza de 6.000 euros; la obligación de comparecer lunes, miércoles y viernes en el juzgado de guardia; la prohibición de entrar en la Comunidad de Madrid y de comunicarse con la víctima, además de la retirada del pasaporte y la prohibición de salir del territorio nacional sin autorización judicial.

Los primeros en llegar hasta los Juzgados este viernes han sido José Ángel Prenda y el militar Antonio Jesús Cabezuelo, quienes han acudido juntos sobre las 9.30 horas. Tras ellos, ha accedido solo a las instalaciones de Prado de San Sebastián Ángel Boza, que ha llegado en moto en torno a las 10.20 horas.

Más tarde, Jesús Escudero, con gafas de sol, ha acudido alrededor de las 11.44 horas, saliendo de las instalaciones poco después. De su lado, el guardia civil Antonio Manuel Guerrero ha sido el último en acudir hasta los Juzgados del Prado de San Sebastián, a los que ha llegado a las 13.00 horas y en los que ha permanecido pocos minutos.

ELEVACIÓN DE LA PENA

Los cinco han sido condenados por el Supremo a 15 años de cárcel por violación. Tanto la Fiscalía, la acusación particular que representa a la víctima y las acusaciones populares -en representación del Gobierno de Navarra y del Ayuntamiento de Pamplona- solicitaron que se les condenase por agresión sexual en vez de por abuso.

En línea con la postura que mantuvo ante el TSJB, la Fiscalía considera que los hechos objeto de enjuiciamiento "fueron realizados mediante intimidación suficiente para anular la voluntad de la víctima". Añadía que "no es admisible forzar el derecho hasta extremos de exigir de las víctimas actitudes heroicas que inexorablemente las conducirán a sufrir males mayores".

Entiende así el Ministerio Público que en los hechos existe intimidación grave, por lo que deben calificarse como un delito continuado de agresión sexual por el que ha pedido para cada uno de los acusados 18 años de prisión, así como diez años de libertad vigilada e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena y prohibición de acercamiento a la víctima durante 20 años. Ha solicitado dos años más para uno de los acusados, Antonio Manuel Guerrero Escudero, por el robo con intimidación del móvil de la víctima.

Por su parte, la defensa ha reclamado la absolución de los cinco acusados basándose en los argumentos del voto particular en la primera sentencia del magistrado Ricardo González, que sostenía que no cometieron ningún delito sexual, según confirmó a Público Agustín Martínez, abogado de José Ángel Prenda Martínez, Ángel Boza Florido, Jesús Escudero Domínguez, el guardia civil Antonio Manuel Guerrero Escudero.

El voto particular de González, que vio en la víctima "excitación sexual" y que mantiene que "la ausencia de violencia, fuerza o coacción es absoluta" por parte de los acusados, atribuye a la sentencia condenatoria de sus compañeros de tribunal "algún lejano eco con reminiscencias" de lo que él considera una "rechazable forma de encarar" el enjuiciamiento de un delito sexual basándose en la credibilidad del testimonio de la víctima.