La Policía Nacional ha detenido a dos empleados del Zoo Aquarium de Madrid acusados de estafar más de un millón de euros, que ha sido recuperado en su mayor parte, mediante la emisión y venta fraudulenta de entradas desde principios de 2013, para lo que habían manipulado el sistema informático.

Según ha informado hoy la Jefatura Superior de Policía de Madrid, los arrestados han reconocido ante los investigadores que estafaron 1.168.147 euros emitiendo y posteriormente vendiendo entradas que no quedaban registradas en el sistema.

Lo hacían desde principios de 2013, a diario pero poco a poco, para que la estafa no se notase, aunque un compañero se percató y les denunció, han precisado fuentes policiales.

Una vez identificados, ambos confesaron dónde guardaban la mayor parte del dinero defraudado: en una caja de seguridad que tenían contratada para no levantar sospechas.

Uno de los arrestados era el encargado de despachar las entradas en una de las taquillas de acceso, lo que le facilitaba apoderarse directamente del importe en efectivo.

Para el pago con tarjeta bancaria los autores contrataron un datáfono que direccionaba el dinero a una cuenta particular, evitando emplear así los aparatos de la taquilla.

El otro detenido estaba empleado como técnico informático en la empresa y es el que supuestamente manipuló los códigos de control del sistema operativo para que no registrase la emisión de una entrada cuando era impresa por el otro cómplice para su venta en taquilla.

Los ahora detenidos fueron descubiertos gracias a la denuncia anónima de otro empleado que alertó de la estafa, tras la que los agentes comprobaron que en la taquilla denunciada se compraban entradas válidas que permitían el acceso al recinto, pero que no quedaban descargadas en el sistema operativo.

Una vez identificados, Diego F.F. y Juan José E.D.M, españoles de 30 y 55 años, reconocieron los hechos e informaron a los agentes de que tenían guardado parte del dinero en una caja de seguridad, para no levantar sospechas.

La investigación ha sido llevada a cabo por agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid, pertenecientes a la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Los dos detenidos eran empleados del Zoo Aquarium de Madrid desde hace años, según han confirmado fuentes de la empresa, que ha declinado hacer declaraciones sobre lo ocurrido porque la investigación sigue abierta.