Vivir un día sin plástico, sin emisiones de CO2 y sin consumir carne es el triple reto que la oengé WWF plantea a la ciudadanía con motivo de la 'Hora del Planeta', el apagón global que volverá a celebrarse este sábado con actos en numerosas ciudades españolas. Miles de ayuntamientos y empresas de casi 190 países se unirán al apagón mundial voluntario de una hora que se celebra desde 2007. A partir de las 20:30 horas, edificios, monumentos, letreros luminosos y luces artificiales tanto de empresas como de millones de ciudadanos se apagarán durante 60 minutos.

Pero la 'Hora del Planeta', que arrancó hace 12 años en Sídney, va más allá. Es lo que explica Miguel Ángel Valladares, de WWF, que subraya que esta iniciativa mundial en contra del cambio climático se ha convertido en "un movimiento que va mucho más allá". WWF quiere que el gesto simbólico de apagar la luz sirva también para "impulsar una serie de hábitos que vayan más allá del acto de apagar la luz". Se trata, apunta Valladares, de, "superando el símbolo", señalar y afrontar los problemas que causan el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

Así, en esta línea y como novedad, este año la 'Hora del Planeta' incluye tres retos añadidos para todo el día: no comer carne, no consumir plásticos y no emitir CO2, como aportaciones particulares para ayudar a frenar la pérdida de biodiversidad.

REFLEXIÓN COLECTIVA

En el caso del reto del día sin carne, se trata de subrayar "la enorme ocupación del sistema alimentario, de la agricultura y la ganadería intensivas" cuyas actividades se extienden por "el 34% de la superficie terrestre" y ejercen una presión que se traduce en "destrucción de ecosistemas, emisión de CO2 y merma de los recursos hídricos".

El día sin plástico pretende recordar que "cada año más de 100 millones de toneladas" de basura de este tipo acaba en la naturaleza, incluyendo los océanos, por lo que "es preciso eliminar el uso de plástico de un solo uso y reducir el uso de plásticos en general".

Sin olvidar el gesto de apagar la luz. "Es solo un gesto, pero uno muy fuerte", subraya Valladares, ya que conecta a "cientos de millones de personas" y les pide reflexionar sobre "lo que puede hacer cada uno para evitar la destrucción de la naturaleza".