Pese a que en los últimos días se han detectado algunos rebrotes, muchos motivados por encuentros numerosos de personas que se saltan las normas, el trabajo en los centros de salud ha cambiado, afortunadamente, como de la noche al día en las últimas semanas. De atender hasta 40 pacientes en un turno con síntomas compatibles con el coronavirus, los médicos de atención primaria explican ahora que ver un caso nuevo de covid es casi una anécdota, según la experiencia de Javier Padilla, facultativo en un centro sanitario madrileño. Eso sí, se han incrementado los pacientes de otras patologías, lo que hace que sigan sin respiro.

En el caso de Padilla, desde que se permitieron los paseos, ha diagnosticado a tres personas con PCR positivo al covid-19, que se han contagiado porque conviven con un cuarto que se infectó un poco antes, aunque no sabe dónde porque no se había iniciado la reapertura. Además, sigue por teléfono el estado de cinco personas que iniciaron síntomas durante la etapa de confinamiento más duro, época en la que Padilla atendía telefónicamente en torno 40 personas en cada cupo. Según su interpretación, esta situación casa con lo sucedido en China, donde se comprobó que el ámbito familiar es uno de los focos de contagio tras decretar el confinamiento y ralentizarse la epidemia.

Coincide con el relato sobre el descenso del volumen de casos Elena Bartolozzi, quien atiende a una cuarta o quinta parte de pacientes con síntomas compatibles que antes, con la diferencia de que ahora se puede realizar test PCR a todos los casos sospechosos. Bartolozzi trabaja en el CAP Ramon Turró, en Barcelona, y si en los momentos de máxima presión atendía a unos 30 pacientes en su turno, ahora a entre ocho y diez, si bien, no todos dan positivo en las pruebas del covid.

Cuadros más leves

Y es que, según explica José María Molero, portavoz de enfermedades infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC), en los últimos días hay muchas personas que sufren alergias, asma, diarreas provocadas por brotes de calor que, como tienen cuadros parecidos a los que provoca el coronavirus en estado leve, ante la duda, acuden o llaman al centro de salud. Pero la prueba certifica que no han resultado infectados.

No obstante, según sus datos, hay un claro descenso de cuadros con problemas respiratorios con fiebre, dolor de cabeza o muscular intenso, esos síntomas tan floridos que provocó el coronavirus en el inicio y que apenas se dan ahora. De ahí que entre sus pacientes solo entre un 2% y un 5% den positivo al test PCR, el más fiable y que detecta la presencia activa del virus.

Los tres médicos consultados señalan que no hay un perfil tipo entre los nuevos contagiados. Sí que coinciden en que son, sobre todo, personas en edad laboral, dado que los menores tienen síntomas muy leves o son asintomáticos y por tanto no son detectados en las consultas, mientras que los pacientes de edad avanzada se lo han tomado muy en serio y cumplen las recomendaciones a rajatabla, por lo que apenas se contagian.

En los contactos sociales o el transporte público

Como el coronavirus es como un fantasma invisible, es difícil saber dónde se han contagiado los casos nuevos. Según la sensación de Bartolozzi, son personas que infectan en las nuevas salidas permitidas y los contactos sociales y no tanto en el trabajo dado que si aparece un caso en el entorno laboral, como se hace seguimiento de todos los contactos, esta persona sabría que se habría contagiado en su puesto de trabajo. Otro foco posible es, evidentemente, el transporte público o, como en los casos seguidos por Padilla, en los hogares con algún caso primario. También se sigue diagnosticando entre el personal que trabaja en los centros sanitarios y en las residencias de ancianos.

El descenso de pacientes se refleja diariamente en las cifras que publica el Ministerio de Sanidad, con pequeñas oscilaciones, pero según advierten los especialistas una y otra vez, conviene mantener la prudencia, como demuestran los rebrotes que se han detectado ya en varias zonas del país desde que comenzó la desescalada. Además de los casos notificados en Lleida y que impidieron a esta provincia pasar de fase, en la industria cárnica y en un cumpleaños, en Asturias, Ceuta o Murcia se han detectado pequeños brotes, que afortunadamente han sido diagnosticados y sus contactos aislados.

Se están produciendo rebrotes frutos de la irresponsabilidad de algunas personas pero estamos viendo una detección precoz de esos casos marginales, señaló este domingo el presidente, Pedro Sánchez, quien no obstante apeló a la responsabilidad individual para que los nuevos focos no detengan la desescalada.