La detención de un camionero español en Francia con 1.240 kilos de hachís hizo que la Policía Nacional activara un operativo especial para tratar de determinar su origen y dar con el resto de eslabones de la cadena de traficantes de dicha droga. La Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón pronto dio con el supuesto cabecilla de una red formada por 18 personas a la que intervinieron 4 toneladas de esta sustancia. Se trataba de un hostelero de Zaragoza, F. M. G. De ahí que los agentes llegaran a bautizar la operación como Mañico.

En cuatro meses de pesquisas en las que principalmente realizaron labores de vigilancia, la Udyco zaragozana y de Alicante llegaron a la conclusión de que había una organización criminal que transportaba hachís procedente de Marruecos y con destino a Francia. Lo hacían gracias a que ocultaban su actividad ilegal con mercantiles ficticias que simulaban la existencia de relaciones comerciales internacionales entre empresas europeas.

Lo hacían, según pudo saber EL PERIÓDICO, a través de empresas ficticias, creadas únicamente para dar apariencia de legalidad a un supuesto comercio internacional de transporte por carretera con vehículos de gran tonelaje. Todas ellas tenían su sede social en viviendas vacías del zaragozano barrio del Gancho.

De manera paralela, y tras diversas gestiones, la Policía Nacional localizó e identificó en Alicante la nave industrial de la que salieron las sustancias estupefacientes intervenidas en Francia. Fruto de las vigilancias, localizaron una furgoneta que transportaba las sustancias estupefacientes a la nave. Este vehículo también fue sometido a los oportunos controles que llevaron a los investigadores hasta las localidades de Málaga y Atarfe (Granada), donde localizaron otro nuevo punto de ocultación de las sustancias estupefacientes.

El operativo desarrollado en la nave de Alicante culminó con la llegada de un camión de gran tonelaje que se introdujo en las instalaciones y que efectuó una carga durante un breve espacio de tiempo.

Posteriormente, cargado de muebles de una marca sueca, inició su ruta hacia el norte de España con la finalidad de llegar a Francia. Tras ser interceptado por la Policía a las afueras de Alicante, y una vez efectuada la oportuna inspección sobre su carga, descubrieron que en la mercancía ocultaban 1.007 kilogramos de hachís. En esos instantes se procedió a la intervención de dichas sustancias y a la detención de su conductor, vinculado a las mercantiles ficticias de Zaragoza.

EN UNA NAVE

Posteriormente, en el interior de la nave localizaron e intervinieron otros 612 kilogramos de hachís. Fruto de las gestiones efectuadas sobre la furgoneta que transportaba las sustancias hasta dicha nave, procedieron a la incautación de otros 1.224 kilogramos de hachís que estaban siendo transportados hacia Alicante para efectuar un nuevo proceso de ocultación en mercancía legal.

También localizaron en la localidad alicantina de San Vicente del Raspeig otra nave industrial usada por la organización para la preparación de compartimentos ocultos, conocidos como caletas, en maquinaria industrial y en remolques de camiones de gran tonelaje.

En los diez registros practicados durante la investigación en Alicante, Granada y Zaragoza se incautaron 4. 073 kilos de hachís, 32 vehículos, siete inmuebles en distintas provincias españolas y numerosas cuentas bancarias cuyos titulares eran los implicados en los hechos. Del total de arrestados, 14 de ellos ingresaron en prisión provisional por orden del Juzgado de Instrucción número 1 de Alicante.