Dinamarca abre el fuego de las bodas reales. Antes de asistir al enlace en Madrid del príncipe Felipe y Letizia Ortiz, los representantes monárquicos de todo el mundo se desplazarán a Copenhague, donde todo está a punto para la celebración, el viernes, de las nupcias del príncipe heredero Federico de Dinamarca con la abogada australiana Mary Donaldson. A la cita no faltarán Felipe y su prometida, quien será presentada ante la realeza mundial.

La boda del príncipe heredero de la monarquía más antigua de Europa va ser a la vieja usanza; con sus invitados en fastuosos uniformes de gala, con las viejas carrozas tiradas por caballos, con los espectaculares castillos medievales y todo ello, siguiendo las normas de ancestrales tradiciones nórdicas, adaptadas en parte a los tiempos modernos. Un acto social de la realeza nórdica pero que será compartido íntimamente con el pueblo, volcado sin condiciones en los preparativos de la boda del que un día será el rey de Dinamarca.

Pero este viernes 14 de mayo será también el día en que se darán cita en Copenhague los miembros de todas las familias reales europeas. Un día en el que el príncipe Felipe y su prometida Letizia estarán también presentes en la capital nórdica en un acto que será, para la pareja española, el debut real de la futura princesa de Asturias. Una prueba de fuego para Letizia que oficialmente será presentada a las todas las familias reales europeas. Letizia conocerá aquí a Mette-Marit, otra princesa heredera plebeya que, a pesar de su pasado salvaje y ser madre soltera, aprendió rápidamente las reglas del protocolo real y consiguió ganarse el cariño de los noruegos que, algún día, serán sus súbditos.

Pero los sucesos del 11-M en Madrid han dejado su huella en Dinamarca. La seguridad de los regios invitados extranjeros ha hecho que la policía danesa mantenga un alto nivel de alerta. Más de 10.000 policías se encargarán de que todo se mantenga en perfecto orden. "Es un día de alegría y felicidad para todos" dijo uno de los jefes de policía y aseguró, que es casi seguro que la multitud de daneses llenará las calles de la vieja capital. Lo que sí es seguro es que nunca antes se habrá visto Copenhague tan engalanada como en estos días.