El PSOE, durante la campaña electoral, prometió que agilizaría los trámites de divorcio y separación. Dicho y hecho. Después de las vacaciones, en septiembre, Justicia remitirá al Consejo de Ministros un anteproyecto de ley para modificar los artículos del Código Civil que regulan las disoluciones matrimoniales previstas en la ley del divorcio.

Cuando el texto tenga el visto bueno del Congreso de los Diputados --es decir, a principios del 2005-- los cónyuges podrán divorciarse sin necesidad de separarse previamente. La ruptura se podrá conseguir en dos meses si existe mutuo acuerdo o en seis si se recurre a la vía contenciosa. Es la mitad del tiempo que tardan los trámites en la actualidad.

Además de simplificar el régimen matrimonial, el objetivo del Gobierno es evitar situaciones conflictivas que desembocan en maltrato. En muchos de los homicidios por violencia doméstica, las víctimas se encontraban en proceso de separación de su agresor. Las asociaciones feministas aplaudieron ayer el cambio legislativo, al entender que supone una "ventaja" frente a esta situación.

Sin embargo, insistieron en que "no conllevará" una disminución de las muertes de mujeres. "El hombre violento lo es en todas las situaciones: soltero, casado o divorciado", subrayó la presidenta de la asociación de mujeres juristas Themis, Angela Alemany.

DIVORCIOS DIRECTOS La reforma iniciada por el ministerio que dirige Juan Fernando López Aguilar tiene varios aspectos fundamentales. El primero es que para divorciarse no será necesario separarse. Actualmente, se puede conseguir el divorcio directo, pero hay que esperar un mínimo de dos años --en muchos casos, el plazo es superior-- desde la fecha del matrimonio. Según la normativa actual, para separarse también es necesario que la pareja haya estado casada durante, al menos, un año. La futura normativa suprimirá la obligación de esperar estos plazos.

La otra novedad importante es la agilización de los trámites judiciales. Actualmente, tanto una separación como un divorcio pueden tardar en resolverse de cuatro a cinco meses si son de mutuo acuerdo, la fórmula más utilizada. En el caso de que no haya acuerdo y se tramite por la vía contenciosa, el proceso se demora de ocho meses a un año.

LA MITAD DE TIEMPO Cuando el cambio legislativo sea una realidad, las parejas conseguirán su divorcio o separación en dos meses en el caso de que ambos estén de acuerdo. Si se ha optado por la vía contenciosa, la tramitación durará unos seis meses. Es decir, en ambos casos se tardará la mitad de lo que se tarda actualmente. Con la ley en la mano, ahora mismo una demanda de divorcio de mutuo acuerdo podría estar lista en dos meses, pero son casos excepciones. La sobrecarga en los juzgados hace que se trate de algo prácticamente imposible, según Alemany.