EL NICHO era de un bebé, hermano de una joven de 23 años, que fue arrestada con su pareja el jueves en Yecla (Murcia). Ambos extrajeron el féretro, robaron unas joyas con las que había sido enterrado el niño y después lo quemaron. Se querían vengar porque la madre de la detenida no les dejaba llevarse a uno de sus hijos.