Dos hombres, uno de 36 años y otro de 34, sufrieron un golpe de calor que les ocasionó la muerte mientras se encontraban en su puesto de trabajo en Valladolid y Alicante, respectivamente. El varón de 36 murió el lunes tras sufrir «un golpe de calor y quedar inconsciente» en la fábrica de componentes de automoción Lingotes Especiales en la que trabajaba. Según El Norte de Castilla, hasta seis patrullas de la Policía Local y una ambulancia del 112 llegaron al lugar de los hechos y «trataron de reanimarle durante 50 minutos, pero sin éxito». El accidente se produjo en torno a las 20.45 horas, cuando el varón, según la versión de su compañero, pudo sufrir «un golpe de calor debido al estrés térmico de la propia fábrica y de la temperatura exterior». El joven empezó a «sentirse indispuesto, mareado, hasta que cayó al suelo inconsciente y comenzó a convulsionar».

La sala de operaciones del 112 movilizó a la Policía Municipal de Valladolid, a la Policía Nacional y a una Unidad Móvil de Emergencias (UVI). Aunque los sanitarios realizaron maniobras para intentar reanimar al trabajador, que se encontraba en parada caridiorrespiratoria, no pudieron hacer nada por salvar su vida y se certificó su muerte en el lugar de los hechos.

El hombre de 34 años que sufrió el pasado viernes otro golpe de calor en una empresa de San Vicente del Raspeig (Alicante) permanecía en la UCI desde entonces, pero ha acabado muriendo por un fallo multiorgánico. Según Información, era su primer día en la firma Bonnysa de Mutxamel.

La víctima se encontró mal y se fue al vestuario, donde sufrió un colapso. Fue hallada en el suelo una hora después de sentirse indispuesto. La empresa agroalimentaria, que no lo considera un accidente laboral, aseguró que el almacén tenía las condiciones aptas para el trabajo y no se superaban los 28 grados. El mozo, que quería opositar para profesor de Secundaria, había empezado este empleo para ahorrar para un viaje a Japón junto a sus amigos.