Dos mujeres murieron ayer asesinadas por sus parejas o exparejas en escasas horas aunque en circunstancias muy diferentes. El primer homicidio se registró de madrugada en Madrid y el segundo, ayer por la mañana en el municipio asturiano de Langreo. Con estos dos nuevos casos son ya 19 las mujeres muertas en lo que va de año a causa de la violencia conyugal.

La coincidencia de las dos muertes con pocas horas de diferencia provocó que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, difundiera en Twitter un mensaje para expresar su «condena más absoluta a este tipo de crímenes, que combatiremos con todos los instrumentos del Estado hasta terminar con la violencia de género». El presidente envió su «cariño y apoyo a las familias y amigos de las dos mujeres».

La víctima de Madrid era una ciudadana paraguaya de 47 años. Fue encontrada muerta con evidentes signos de violencia por un equipo de emergencias de la Comunidad de Madrid, Summa, cuyos efectivos fueron a su vivienda, situada en Tetuán, tras recibir un aviso a las 00.45 horas.

CON UN CABLE / El crimen tuvo lugar en un pequeño local a pie de calle y transformado en vivienda. La mujer se encontraba en el suelo y había sido estrangulada con un cable enrollado al cuello presuntamente por su expareja, un hombre de 44 años y nacionalidad cubana que tenía una orden de alejamiento dictada por un Juzgado para que no se acercara a la mujer. El presunto homicida se entregó en la Comisaría de Policía de Tetuán después de que los agentes le convencieran de que lo hiciera en una conversación por teléfono móvil.

Muchos de los vecinos se acercaron por la mañana a la vivienda al enterarse de lo ocurrido aseguraron que no habían oído nada. Sin embargo, el propietario de un colmado próximo afirmó a la agencia Efe que hace un año el supuesto homicida le dio una paliza a la mujer asesinada en plena calle. El Ayuntamiento de Madrid decretó tres días de luto oficial por este homicidio.

La segunda víctima mortal, registrada horas después en Asturias, tenía 84 años y al parecer, según algunos vecinos, padecía un principio de alzhéimer. La víctima falleció degollada a manos de su marido, un hombre de 88 años que posteriormente falleció al arrojarse desde la azotea de su domicilio en La Felguera.

El dramático suceso se produjo a las siete de la mañana. El matrimonio octogenario era muy conocido porque el hombre había sido constructor y dueño de varios negocios. En este caso no existían denuncias previas por maltrato y en la vivienda los agentes encontraron una nota dirigida a los tres hijos que tenía el matrimonio.

El Gobierno del Principado, el Ayuntamiento de Langreo y la Delegación del Gobierno en Asturias expresaron «su más enérgica condena y profunda consternación» por el asesinato.

Pero estos dos homicidios no fueron los dos únicos sucesos relacionados con la violencia de género registrados en este día negro para las mujeres. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía a Policía rescataron en Alicante a una mujer que estaba siendo víctima de malos tratos durante cerca de dos años por parte su pareja sentimental. El presunto maltratador fue detenido a raíz de la denuncia interpuesta por la madre de la joven en Talayuela (Cáceres).

La denuncia, presentada ante la Guardia Civil, permitió activar el protocolo de actuación ante casos de violencia de género. La Policía arrestó al presunto maltratador, de 29 años y nacionalidad marroquí, y liberó a la víctima y al hijo común de la pareja, de tan solo cuatro meses.

AMENAZAS Y GOLPES / Según fuentes policiales, la pareja se conoció hace dos años. El detenido la obligaba a mantener relaciones sexuales sin protección y la sometía a una situación extrema, bajo constantes amenazas de muerte, golpes e insultos. El acusado se apoderó de sus documentos de identidad y no le permitía salir de casa sin su permiso. Incluso le prohibía ver a su madre.

En Granada, también ayer la Guardia Civil detuvo a un hombre que estaba siendo buscado por maltratar a su pareja y que además estaba reclamada por cuatro juzgados por otros delitos. La agresión conyugal se conoció el 23 de junio en el municipio granadino de La Zubia, por la denuncia de la mujer. El protocolo policial de violencia machista estableció un «riesgo extremo» para la víctima, lo que exige a la policía montar una vigilancia permanente.