El Ministerio de Sanidad comunicó ayer la alerta a las comunidades autónomas y activó todos los mecanismos de prevención contra la rabia después de confirmar que un austriaco está ingresado en estado muy grave en el Hospital de Ceuta, tras haber sido contagiado del virus de la rabia mientras estaba en Marruecos. También intenta localizar en el País Vasco a una joven sospechosa de haber mantenido contacto con el brote de rabia en Francia.

Sanidad, que aseguró que no se ha identificado ningún caso de contagio dentro de España, explicó que el ciudadano austriaco, de unos 24 años, viajó a Marruecos con su pareja y su perro. A los pocos días, el animal mostró un comportamiento extraño y mordió a su dueño. El can murió poco después con síntomas de rabia y fue enterrado en Agadir.

El joven ingresó el pasado miércoles en el Hospital de Ceuta, procedente de Marruecos, con un cuadro clínico que hizo pensar a los servicios médicos en un posible caso de rabia. Se le administraron varias vacunas antirrábicas, pero su estado de salud empeoró. Según Sanidad, por deseo de su familia, el enfermo será trasladado por vía aérea a su país.

LLAMAMIENTO SANITARIO El departamento que dirige Elena Salgado hizo un llamamiento para localizar en España a una de las nueve personas que aún no están identificadas por las autoridades francesas y que podrían haberse contagiado de rabia el pasado agosto en Francia. Se trata de una mujer que, según los testigos, por su acento podría ser española o vivir en España.

Las autoridades sanitarias francesas han vacunado a seis personas que fueron mordidas por el perro infectado y a otras 19 que también se expusieron al contagio. El dueño del animal, comprado en Marruecos, se enfrenta a una pena de entre 2 y 5 años de cárcel y de 15.000 a 76.000 euros (de 2,5 a 12,5 millones de pesetas) por atentado grave contra la salud. El perro, según un juzgado de Burdeos, carecía de documentos, vacuna e identificación.