De memoria, sin ningún rastro de vacilación y sin esconderse, al contrario de lo que suele ser habitual en los casos de los nuevos millonarios. El gaditano Francisco Cubiles dio la cara ayer y repitió, como si de la lista de los reyes godos se tratara, la retahíla de números que el domingo le hicieron rico. "El 3... el 15... el 18... el 27... el 37... el 43...". La misma combinación que aleatoriamente decidió jugar hace 10 años y que desde entonces repetía cada semana.

Francisco y su hermano Juan Carlos han sido los únicos acertantes de los seis números en el primer sorteo del Gordo de la Lotería Primitiva del nuevo año, un 2004 al que han entrado con buen pie y mejor bolsillo gracias a los más de seis millones y medio de euros (cerca de 1.100 millones de pesetas) que los han convertido en los solteros de oro. Pero no tienen ni idea de qué hacer con el dinero, aunque algo irá para la nueva casa que se están construyendo. Por lo pronto, el boleto fue ingresado la misma noche del domingo en la sucursal de una entidad bancaria de la localidad de Setenil de las Bodegas (Cádiz), de 3.500 habitantes.

"Este es un pueblo muy pequeño, y el que no es familia, es vecino o amigo. El director del banco enseguida que lo supo se puso en contacto conmigo y abrió expresamente la sucursal para que pudiéramos ingresar el boleto", explicaba el agraciado. Todo fue cuestión de unas pocas horas y la noticia corrió como la pólvora. Los Reyes Magos habían llegado por adelantado a Setenil. A las ocho los hermanos supieron de su buena suerte por el teletexto, y después, fueron a celebrarlo al bar de siempre con los amigos.

Sin embargo, parece que tanto dinero no les va a cambiar la vida. Francisco y Juan Carlos se levantaron ayer, como siempre, a las siete de la mañana para acudir a trabajar al negocio familiar, una empresa de material de construcción. "Es que tenía que cumplir con unos cuantos clientes, igual que cualquier otro día", parecía excusarse Francisco, después de una rutinaria jornada en la que repartió cemento y ladrillos.

Solteros y sin compromiso

El nuevo millonario tiene 39 años y su hermano Juan Carlos ha cumplido ya los 35, un dato que cambia de cariz cuando aclaran que ambos son solteros y sin compromiso. "Pues supongo que sí, que ahora nos pretenderán más las mujeres, es lo normal".