El Museo Van Gogh de Amsterdam vuelve a exhibir a partir de hoy dos pinturas del genio holandés que fueron robadas hace 14 años de las mismas paredes de la pinacoteca y encontradas en septiembre de 2016 en Italia, en una redada contra el crimen organizado que golpeó a la Camorra napolitana.

"¡Están de vuelta!", exclamó el director del Museo Van Gogh, Axel Rueger, en una conferencia de prensa multitudinaria que congregó a numerosos medios extranjeros. "Nunca pensé que sería capaz de decir esas palabras, pero era algo que habíamos deseado de forma secreta", añadió.

La vuelta de las obras es el punto y final a un robo digno de un guion de película. Todo comenzó en la madrugada del 6 al 7 de diciembre de 2002, cuando dos hombres utilizaron una escalera para trepar hasta el tejado de la pinacoteca y romper una ventana, por la que entraron.

Allí, en menos de cuatro minutos, descolgaron 'Vista del mar de Scheveningen'(1882) y 'Congregación saliendo de una iglesia reformista en Nuenen'(1884-1885), dos pinturas de Vincent Van Gogh de un tamaño relativamente pequeño, razón por la cual eran más fáciles de transportar.

La policía llegó justo cuando los ladrones escapaban en coche, pero ya era demasiado tarde. Habían dejado "un agujero en una ventana, un hueco en la pared y un vacío en nuestro patrimonio cultural", dijo en la rueda de prensa la ministra neerlandesa de Cultura en funciones, Jet Bussemaker.

Desde ese momento, el museo siguió abriendo sus puertas para enseñar las obras de Van Gogh con la excepción de estas dos pinturas. Parecía "que hubieran desaparecido de la faz de la Tierra", dijo Rueger.

LA RECUPERACIÓN

Sin embargo, el pasado 27 de septiembre de 2016, una llamada al museo proveniente de Italia puso punto final a la historia.

Se trataba de la Guardia de Finanza, una unidad de la Policía que investiga el patrimonio del crimen organizado. Las autoridades italianas le pidieron a la pinacoteca que mandara a un experto para corroborar la autenticidad de dos obras de arte, las cuales habían sido recuperadas en una redada contra la Camorra napolitana.

"No estábamos seguros de que fueran los originales", indicó a Efe Gianluigi D'Alfonso, comandante de la Guardia de Finanza. La figura clave de la investigación fue 'Imperiale', un traficante que en el momento del robo era propietario de un coffee shop de Amsterdam y "tenía contacto con la mala vida holandesa", explicó D'Alfonso.

Según la investigación, 'Imperiale' había comprado los dos cuadros en 2003, semanas después de que fueran arrancados de las paredes de la pinacoteca.

Trece años y medio después, la Guardia de Finanza irrumpió en la casa de los padres de 'Imperiale', el último lugar donde el traficante vivió antes de ser detenido. En la cocina, bajo el fregadero, encontraron una caja. Al abrirla, vieron que contenía los dos lienzos de Van Gogh "envueltos en una tela", especifica D'Alfonso.

LOS CUADROS

A pesar del pequeño tamaño de las obras, los expertos en arte los valoran como imprescindibles.

'Vista del mar de Scheveningen' es uno de los primeros trabajos hechos por el genio holandés sin la supervisión de su maestro, Ano Mauve. Reproduce con pinceladas gruesas y figuras simples la costa de la ciudad de La Haya en un día con amenaza de tormenta.

El segundo, 'Congregación saliendo de una iglesia reformista en Nuenen', fue pintado por Van Gogh mientras vivía con sus padres y, según los expertos en arte, es un lienzo dedicado a su madre, que por aquel momento se había roto una pierna.

Una radiografía de la obra muestra que, un año después de regalarlo, el pintor añadió las figuras de las mujeres que están delante de la puerta de la iglesia y aplicó colores otoñales a algunos árboles desnudos. El edificio religioso y el cielo, en cambio, permanecieron sin cambios.

A pesar de haber sido robadas bruscamente y escondidas durante 14 años, las obras están en buen estado. Solo 'Vista del mar de Scheveningen' sufrió leves daños, ya que cuando fue arrancado de su marco se desprendió un pedazo del soporte de papel, y con ello una pequeña parte de la pintura.