Un dron que sobrevolaba una zona cercana al aeropuerto de Gatwick, en Londres, obligó a cerrar durante unos minutos la pista de aterrizaje del aeródromo. Cuatro aviones de la aerolínea de vuelos baratos easyJet fueron desviados anoche a otros aeropuertos y uno de British Airways (BA) debió aterrizar en la terminal de Bournemouth, al sur de Inglaterra, mientras que otros vuelos debieron dar vueltas en círculo a la espera de poder aterrizar.

Los pilotos británicos han pedido una fuerte regulación sobre el uso de los drones. La Asociación de Pilotos Británicos (Balpa, por sus siglas en inglés) exigen que sea obligatorio registrar los nombres de los dueños de los drones a fin de ayudar a la policía a localizar a quienes los usan de manera irresponsable.

SEGUNDO INCIDENTE

El especialista en seguridad de Balpa, Steve Landells, ha dicho que este incidente pone de manifiesto la necesidad de atender el problema antes de que se produzca un "incidente". Landells admitió que "los drones pueden ser muy divertidos y pueden tener grandes posibilidades comerciales", pero ha pedido que se tomen medidas al tiempo que ha advertido de que una colisión, "especialmente con un helicóptero, puede ser catastrófica".

El caso de Gatwick no es el primero ya que el mes pasado un piloto de un avión comercial debió hacer una maniobra después de que un dron se acercase a unos 20 metros del aparato cuando se disponía a aterrizar en el aeropuerto escocés de Edimburgo.