La Policía Municipal de Pamplona ha sancionado por primera vez en los encierros. Tres multas a tres corredores en los dos primeros encierros por contravenir la recién estrenada ordenanza. El primero de ellos fue un expolicía inglés de 58 años, que fue multado con 200 euros por sobrepasar el lunes la raya roja establecida como zona de seguridad en la cuesta de Santo Domingo; y ayer martes lo fueron otros dos británicos, uno por utilizar un dron en las inmediaciones del recorrido y el otro por fotografiarse dentro del vallado. Han debido abonar 650 euros cada uno por sus infracciones, consideradas como graves.

G. C., expolicía inglés con más de 30 años de servicio, fue sancionado por su impaciencia, ya que bajó más de lo permitido la cuesta de Santo Domingo a la espera de los toros. Fue multado en el propio lugar minutos después, y pese a argumentar que no pudo entender las indicaciones porque la megafonía las dio únicamente en castellano y euskera, no dudó en abonar los 200 euros.

Mayor sanción ha recibido el ciudadano escocés D.J. por utilizar un dron (aparato de vuelo no tripulado y manejado desde un control remoto) en las inmediaciones del recorrido del encierro. El aparato sobrevoló la zona del final de calle Estafeta y Cortes de Navarra. Tras indicarle que aterrizase el artefacto, el infractor fue conducido a dependencias de Policía Municipal para proceder a su identificación, tras la que se le interpuso una denuncia. Al tratarse de una falta grave, la penalización fue de 650 euros. Idéntica cantidad ha tenido que pagar otro ciudadano británico, C.I.N., por estar haciendo fotografías dentro del recorrido al paso del encierro, concretamente en la calle Mercaderes.

Respecto al encierro en sí mismo, mientras el empitonado el lunes evolucionaba favorablemente, ayer se produjeron tres traslados a centros hospitalarios. De los tres heridos, el estado de uno de ellos, un británico de 23 años, era grave al sufrir un traumatismo torácico. En cuanto al estadounidense R.B.O., de 25 años, que sufrió fractura cervical el 6 de julio tras lanzarse desde lo alto de la fuente de Navarrería, continuaba ingresado en la planta de neurocirugía a la espera de ser intervenido.