Un niño congoleño de tres años con ébola, único caso positivo aún con vida en Uganda, fue repatriado este jueves a la República Democrática del Congo (RDC) junto a otros cuatro miembros de su familia que eran sospechosos de tener la enfermedad, informó el Ministerio de Sanidad ugandés.

"Hasta el momento no hay casos confirmados de ébola en Uganda", explicó la ministra ugandesa de Sanidad, Jane Ruth Aceng, en un comunicado.

Sin embargo, la ministra señaló que hay otras tres personas, que no tenían relación con la familia infectada, en aislamiento en el centro de tratamiento de ébola de Bwera (oeste de Uganda) a la espera de que se confirme si padecen la enfermedad.

"Uganda mantiene su respuesta contra el ébola para hacer seguimiento de los 27 contactos del primer fallecido y los tres casos", puntualizó el ministerio.

SALTO A UGANDA

Las autoridades sanitarias informaron en estos dos últimos días de la muerte de un niño congoleño de cinco años, que cruzó la frontera con la enfermedad, y de su abuela de 50 años, los dos fallecidos este miércoles y que serán enterrados en Uganda.

Se trata de los primeros casos en este país, procedentes todos ellos de la RDC, donde el virus ha dejado un total de 1.405 muertes (1.311 de ellas confirmadas en laboratorio) en 2.084 casos en las provincias de Ituri y Kivu del Norte, según el último boletín del Ministerio de Sanidad congoleño con datos vigentes hasta el 11 de junio y que, por tanto, no incluye los casos ugandeses.

Los casos detectados en Uganda son todos de una misma familia congoleña-ugandesa que esquivó los controles sanitarios fronterizos y consiguió volver a su hogar en el distrito de Kasese, en el oeste de Uganda.

Los otros seis miembros de esa familia que decidieron no cruzar, de los cuales cinco ya han dado positivo por la enfermedad, están siendo transferidos al centro de tratamiento de ébola de Beni, uno de los principales núcleos urbanos del noreste de la RDC.

Es allí donde han sido llevados el hermano del pequeño de cinco años fallecido en Uganda, que se sabe que padece ébola, y los otros cuatro repatriados esta mañana.

VIGILANCIA

En una reunión conjunta entre delegaciones de los dos países celebrada ayer, las autoridades acordaron reforzar la vigilancia en los puntos de entrada y salida de la frontera, sobre todo en redes secundarias, que fueron las que usó la familia para pasar.

Se prevé que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reúna mañana a su comité de expertos para valorar si elevar el nivel de riesgo a nivel mundial por la enfermedad, que actualmente está en "bajo".

Este brote (el más letal de la historia de RDC y el segundo del mundo, tras la epidemia en África Occidental del 2014) se declaró el pasado 1 de agosto, es decir, lleva ya 10 meses vigente.

Sin embargo, el control de la epidemia se ha visto socavado por el rechazo de algunas comunidades a recibir tratamiento y la inseguridad en la zona, donde operan un centenar de grupos armados, y han aumentado los ataques a centros de atención a pacientes de ébola y equipos sanitarios.

El brote de ébola más devastador a nivel mundial fue declarado en marzo del 2014, con casos que se remontan a diciembre de 2013 en Guinea-Conakri, país del que se extendió a Sierra Leona y Liberia, y que dejó unas 11.300 muertes.