Los signos más incipientes de las principales malformaciones neurofisiológicas del feto podrán ser detectados a partir de ahora gracias a la ecografía en cuatro dimensiones (las tres del espacio más el movimiento) que ayer presentó el USP Instituto Dexeus, de Barcelona. La técnica se aplicará especialmente en el control de los embarazos múltiples, considerados de alto riesgo de sufrir alteraciones morfológicas.

La alta sensibilidad del nuevo ecógrafo en 4D capta y reproduce con nitidez fotográfica los gestos más sutiles del feto, como son la sonrisa, el bostezo, el llanto (que ya se produce en esa fase) o el parpadeo, datos que definen la evolución del futuro bebé y que, de no producirse, implican la existencia de anomalías. El ecógrafo, experimentado en un estudio en el que han participado especialistas de Dexeus y del Hospital Sveti Duh, de Zagreb (Croacia), capta incluso el comportamiento del futuro niño. "Las imágenes en 4D nos permiten estudiar los movimientos generales del feto, lo que, en los casos de normalidad, ayuda a tranquilizar a los padres", afirmó el profesor Asim Kurjak, director de la investigación.

La mayoría de los patrones de movimiento del cuerpo, brazos y piernas aparecen entre las semanas 7 y 15 de la gestación. A partir de la semana 15 ya se pueden observar datos tan valiosos como el sobresalto, el hipo, la respiración, la rotación de cabeza o la succión. En el tercer trimestre, se inicia el ritmo cardiaco fetal y los movimientos oculares.

PATRON PSICOLOGICO A partir de la semana 32 de gestación, los fetos deben haber adquirido comportamientos del recién nacido, aseguró Kurjak. "La información que proporciona la ecografía en 4D permite evaluar el patrón psicológico del futuro bebé --añadió--. La cara del feto nos indica qué pasa en su cerebro". Cuando el embarazo es múltiple y el nacimiento es prematuro, esos parámetros de evolución quedan alterados y aumenta la tasa de malformación fetal. Tres de cada cuatro partos de trillizos son prematuros y éstos tienen un 10% más de posibilidades de sufrir parálisis cerebral que los niños de embarazo único, según datos de la unidad de neonatología del Instituto Dexeus.