La Comisión Europea denomina “crecimiento azul” a la estrategia a largo plazo de apoyo al crecimiento sostenible para los diferentes sectores económicos relacionados con el medio marítimo. Hablamos, por ejemplo, de la pesca y la acuicultura, la biotecnología, la minería submarina, el turismo, el transporte marítimo y actividades portuarias. También, por supuesto, de la energía oceánica renovable, un sector en el que la UE es líder mundial y va camino de producir el 35% de su electricidad a partir de fuentes marinas para 2050.

Según cifras de la misma institución, la economía azul genera ya aproximadamente 5,4 millones de puestos de trabajo y un valor añadido bruto de casi 500.000 millones de euros al año. La Red Española del Pacto Mundial añade que en el plano nacional este mercado de los recursos e industrias marinas y costeras emplea a más de 691.000 personas y genera alrededor de 23.000 millones de euros de valor agregado bruto.

Por un planeta más saludable

A tenor de estos números y del enorme potencial de la economía azul, cada vez más empresas están reformulando sus negocios para reducir su impacto negativo en el ecosistema marino y favorecer la salud y prosperidad del océano. Se trata, como explica la Red Española del Pacto Mundial en su informe 'Océanos saludables y sostenibles: oportunidades para el sector empresarial en la economía azul', de que las empresas y organizaciones tomen medidas eficaces que contribuyan a la conservación, cuidado y prosperidad del océano.

Entre los principales problemas a combatir, enumeran en este documento, está el aumento de la acidificación del océano en un 30% debido a las emisiones de CO2; la contaminación, la basura marina y los plásticos; la destrucción del hábitat y la pérdida de biodiversidad; la sobrepesca y sobreexplotación de recursos marinos; y la débil gobernanza.

En palabras de Cristina Sánchez, directora ejecutiva de la Red Española del Pacto Mundial, “es hora de que el ODS 14 de vida submarina, abandone la última posición como ODS menos trabajado, tanto a nivel nacional como mundial, y se coloque en el lugar que se merece”. Solo así se impulsará una economía verde y se avanzará en la consecución de la Agenda 2030 de Naciones Unidas.