Más de 10 años después de que el huracán Katrina devastara Nueva Orleans y las costas de Luisiana, EEUU revive aquellos aciagos días. La tormenta tropical Harvey está arrasando Tejas, sobre todo Houston y su área metropolitana, donde viven más de seis millones de personas. Amplias zonas de la ciudad han quedado convertidas en lagos y la agencia federal de emergencias espera que en los próximos días más de 30.000 personas tengan que alojarse en refugios de emergencia tras ver cómo sus viviendas quedaban inundadas o destrozadas por las lluvias y los vientos huracanados que el Harvey sigue dejando en la región del golfo de México. Más de 50 condados de Tejas se han visto afectados por las inundaciones masivas, que han dejado hasta ahora cinco muertos y han colapsado los servicios de emergencia, con hospitales inutilizados, carreteras sumergidas y vecinos que huyen en canoas, colchonetas o cualquier otro artilugio flotante a su alcance.

La situación es tan desesperada que las autoridades han empezado a abrir dos presas de las inmediaciones de la ciudad por temor a que se desborde e inunde aún más el centro de Houston, pese a que con ello se agravarán las penalidades de las comunidades que viven cerca de las presas.

«Esta situación no tiene precedentes y el impacto aún se desconoce. Será mayor a todo lo que hemos experimentado nunca», afirmó el Servicio Nacional de Meteorología. Porque el Harvey no ha abandonado la región. Los meteorólogos no descartan que la tormenta se traslade durante la semana al estado de Luisiana.