Estados Unidos superó este viernes los 100.000 casos de COVID-19, que se ha cobrado ya las vidas de 1.544 personas, según los datos de la Universidad Johns Hopkins, que mantienen al país como primero en el mundo en cuanto a contagios por delante de China e Italia, que ocupan el segundo y el tercer puesto, respectivamente.

Según esas estadísticas, la ciudad de Nueva York se mantiene como la más afectada por la enfermedad en EEUU., con 366 muertes.

Estados como Nebraska o las Dakotas tienen menos de 100 casos, frente a los 4.000 de California o los 3.200 de Washington, cuna de los primeros positivos. Las grandes urbes son el principal foco del virus. Nueva York y Seattle se llevan la palma, pero también se está abriendo camino en Chicago, Detroit, Houston y Nueva Orleans, donde muchos se arrepienten ahora de haber festejado el Mardi Gras a finales de febrero sin ningún tipo de restricciones.